Garamendi planea nombrar vicepresidenta de CEOE a Fátima Báñez
Antonio Garamendi, que se postula al frente de la patronal CEOE por otros cuatro años en las elecciones que se celebrarán el 23 de noviembre, planea nombrar vicepresidenta de la organización a Fátima Báñez, actualmente a cargo de la Fundación de la entidad. Esta decisión no sería muy bien vista por los críticos de Garamendi, que recelan del creciente poder acumulado por Báñez, y que todavía deben aprobar su reelección.
La presidenta de la Fundación, Fátima Báñez, aseguró a OKDIARIO que no tiene intención de ser vicepresidenta de la patronal y que está muy a gusto en su actual responsabilidad. «En el caso de que se me propusiera, decisión que corresponde al presidente de CEOE, no lo aceptaría. Vine aquí a ocuparme de los aspectos sociales de la institución y es lo que me satisface y lo que pienso seguir haciendo», declaró.
El nombramiento de la ex ministra de Trabajo con Mariano Rajoy como presidenta de la Fundación estuvo desde el principio envuelto en polémica debido a su asignación salarial, de 240.000 euros, de la que no fue informada la junta directiva y que algunos consideraban «desproporcionada» en relación con el cometido asignado.
También porque su evidente afiliación política contaminaba al conjunto de la organización en plena ofensiva del Gobierno «para reforzar la negociación colectiva en favor de los sindicatos, subir las cuotas sociales y elevar la carga fiscal de las empresas». Pero las reticencias se convirtieron en «verdaderas lanzas» cuando la CEOE decidió apoyar la reforma laboral impulsada por la vicepresidenta Yolanda Díaz -que ha aumentado la rigidez del mercado de trabajo prohibiendo de facto los contratos temporales y reduciendo al mínimo la flexibilidad de la jornada laboral-.
El descontento de los críticos con Garamendi subió de tono cuando fue Fátima Báñez la que avaló, entre bambalinas, de manera tácita, el respaldo de CEOE a la contrarreforma laboral, aduciendo que los cambios acordados eran «retoques menores» a su norma, aprobada en su día por el Gobierno de Rajoy. La decisión de Garamendi abrió un cisma en la organización del que todavía quedan muchos rescoldos, según los medios consultados.
La patronal de Madrid CEIM, las pequeñas empresas en torno a Cepyme, Asaja -que agrupa al sector agrícola y ganadero-, el sector del automóvil representado por Anfac y Fomento del Trabajo, la poderosa organización de Cataluña al mando del siempre inquieto Sánchez Llibre, votaron en contra del aval a una medida del Gobierno que todavía consideran «enormemente perjudicial».
Aquella decisión supuso de hecho un distanciamiento radical con el Partido Popular, entones dirigido por Pablo Casado, que se opuso frontalmente a la contrarreforma. Pese a todo, ésta acabó aprobándose en el Parlamento gracias al error cometido por el diputado Alberto Casero, que pulsó insólitamente el SI, dando a la coalición de Gobierno el voto que le faltaba.
Ahora, y según relatan los medios conocedores de los planes de Garamendi, el actual presidente de CEOE piensa que Fátima Báñez representa una oportunidad evidente de mejorar las relaciones con el PP. De hecho, Báñez mantiene contactos regulares con Alberto Núñez Feijóo y el equipo que ha nombrado en Génova, «con el que comparte puntos de vista».
Según las mismas fuentes -y aunque es evidente que no puede hacer nada al respecto-, el PP no tiene nada en contra de la renovación de Garamendi, «que, si se ha mostrado en muchas ocasiones condescendiente con el Gobierno de Sánchez, lo hará aún con más motivo con un eventual Ejecutivo presidido por Feijóo, favorable a las empresas, la reducción de los impuestos y el libre mercado en general».
Otras fuentes consultadas opinan que los planes de Garamendi sobre el futuro de Báñez, más algunos rumores que circulan sobre su intención de impulsar un cambio de los estatutos para propiciar su tercer mandato -en caso de que gane las elecciones-, podrían avivar los rescoldos de la oposición y estimular la presentación de una candidatura alternativa a la presidencia. «Hasta el 8 de noviembre hay tiempo, y son muchos días», aseguran estos medios.
Lo que parece cada vez más evidente es que la eventual reelección de Garamendi no será por aclamación, «como a él le gustaría». «Habrá votación, y en la Asamblea hay muchos empresarios que pasan habitualmente desapercibidos pero muy importantes y con criterio propio». Algunas patronales como CEIM y la catalana Fomento del Trabajo sólo decidirán su intención una vez celebradas sus respectivas juntas directivas, anteriores al día de autos. CEOE cuenta actualmente con once vicepresidentes, entre responsables de las principales organizaciones territoriales y sectoriales, «pero la idea es que Báñez ocupe un lugar preferente».