Gobierno corporativo

Los fondos de Indra cuestionan el nombramiento de las nuevas consejeras independientes

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Sede de Indra en Madrid.
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Los líos de gobierno corporativo no han terminado para Indra. Tras la entrada en el capital de Escribano, el aumento de participación de Amber , el nombramiento de José Vicente de los Mozos como consejero delegado y la dimisión de un consejero por su desacuerdo con esta decisión, la junta de accionistas del próximo 30 de junio se presenta caliente. Según algunas fuentes, los fondos presentes en el accionariado cuestionan el nombramiento de dos nuevas consejeras independientes.

Con el aumento de participación de Amber, el fondo del dueño de Prisa, ha solicitado un asiento en el órgano de gobierno para Pablo Jiménez de Parga, por lo que Indra tiene que ampliar su consejo hasta 16 miembros para mantener un 50% de independientes. Para ello, propondrá a la junta el nombramiento de dos nuevos independientes: María Ángeles Santamaría Martín y Elena García Armada.

A pesar de tener la consideración de independientes, a una de ellas es próxima a Escribano -que sólo tiene un 3%, que no es suficiente para acceder al consejo- y otra a Alberto Alonso Ureba, el accionista ligado a Amber que provocó la destitución de los independientes en la tumultuosa junta general de Indra del año pasado.

Las fuentes citadas aseguran que los fondos presentes en el capital están muy descontentos; no en concreto con el nombramiento de De los Mozos (que proviene del sector del automóvil y carece de experiencia en defensa ni tecnología), sino en general con todos los problemas de gobernanza de Indra que tienen a la empresa todos los días en los medios de comunicación. Y quieren escenificar ese descontento con un voto negativo a estos nombramientos.

Los fondos de inversión con posiciones significativas en Indra -aparte de Amber- son de Deutsche Bank, Fidelity, FMR y Melqart Opportunities; los dos primeros meros inversores financieros y los dos últimos hedge funds mucho más activistas con la gestión de las empresas donde invierten.

Mala imagen

Estos inversores no tienen capacidad para tumbar el nombramiento de las nuevas consejeras, ya que acumulan algo menos del 23% del capital conjuntamente, frente al casi 40% que aglutinan la SEPI, Amber, Escribano y SAPA Placencia, el núcleo duro de Indra. Por tanto, si este bloque vota a favor, como es su intención, los nombramientos saldrán adelante sin problemas.

Pero, aun así, esto supone un nuevo problema para el gobierno corporativo de la compañía. Se supone que los consejeros independientes representan a los accionistas minoritarios, es decir, el free float de las empresas. Y que los principales miembros de ese grupo de minoritarios, los fondos, se opongan al nombramiento de sus teóricas representantes da muy mala imagen ante el mercado, aparte de abrir un nuevo foco de conflicto.

Por tanto, Indra tiene declarado un nuevo incendio que debe apagar antes de la junta del 30 de junio. Las fuentes consultadas creen que habrá una negociación entre los gestores de la empresa y los fondos para tratar de llegar a una solución de consenso. Solución que, en cualquier caso, debe pasar por poner fin definitivamente a todos los líos de gobernanza y dar una estabilidad a la compañía para poder acceder a los grandes contratos de defensa que van a licitarse en Europa.

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