Tecnología

Indra no encuentra comprador para Minsait al precio que pide y pone nervioso al dueño de Prisa

Indra Minsait Prisa
Joseph Oughourlian, presidente de Prisa y accionista de Indra.
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

El incremento de la participación en Indra de Joseph Oughourlian, presidente y principal accionista de Prisa, tiene como telón de fondo la imposibilidad de vender la unidad de tecnología civil, Minsait, al precio que pretende obtener el gestor del fondo Amber, según fuentes conocedoras de la situación.

Oughourlian planteó públicamente en noviembre la división de Indra en dos empresas, militar y civil, así como la venta de esta última, a la que incluso puso precio: 2.000 millones de euros. Eso es más o menos lo mismo que capitaliza la totalidad de Indra en Bolsa hoy en día y más de lo que valía entonces (1.650 millones). A ello habría que añadir el negocio militar, que valoraba en otros 1.500 millones.

Oughourlian pretendía calentar la cotización de la acción de Indra para recuperar parte de las enormes pérdidas que acumula su inversión en Prisa (sin que la CNMV hiciera nada al respecto, como es habitual). Y, en todo caso, forzar a la compañía tecnológica controlada por la SEPI a explorar la posibilidad de realizar la operación.

Pero esta exploración no está teniendo los resultados deseados, según las fuentes consultadas. «Nadie está dispuesto a acercarse, ni de lejos, a las valoraciones que pretende Oughurlian», asegura una de ellas. Otra explica que «Minsait  vale muy poco, hay empresas a patadas que hacen lo mismo, como el propio Corte Inglés: se trata de productos con muy bajo valor añadido y difícilmente escalables. Además, el negocio es muy cíclico y cuando la economía se enfría, a Minsait le pesa una masa salarial muy elevada». Hay que recordar que Indra ha acometido dos ERE en esta área en los últimos años.

Por tanto, en esa área, Indra no tiene una ventaja competitiva y eso implica que los márgenes son muy bajos: el 80% de la facturación de Indra proviene del negocio civil pero sólo aporta el 15% del Ebitda, mientras que defensa es lo contrario, son contratos con márgenes muy altos».

Minsait resta

Esta situación provoca que Minsait, en vez de sumar, «resta a la valoración total de Indra». «Le pasa lo mismo que a Cellnex con el negocio de broadcasting, la vieja Retevisión. Ya no le aporta nada a su negocio principal, que son los postes de telefonía móvil, así que le resta a su valoración y no puede venderlo».

A esto se añade que en Minsait ya no está Francisco Gil, el histórico gestor del negocio civil de Indra, muy reputado en el sector. Finalmente, tampoco hay muchos potenciales compradores, ya que los fondos de inversión no tienen interés en este tipo de negocios poco rentables y sólo quedaría la opción de un socio industrialTelefónica sería el candidato más claro, pero la operadora conoce bien ese negocio y no estaría dispuesta a para un precio cercano al exigido por Oughourlian.

Esta imposibilidad de vender Minsait a un precio aceptable ha puesto nervioso al presidente de Prisa, cuyos últimos movimientos resultan poco explicables y han puesto nervioso al resto del consejo de Indra. Oughourlian  ha aprovechado la dimisión del consejero independiente Axel Arendt -contrario al nombramiento de José Vicente de los Mozos como consejero delegado- para incrementar su participación hasta el 7,2% y solicitar un asiento en el consejo.

Algo que le fue concedido el viernes y que obligará a Indra a ampliar su consejo a 16 miembros para mantener un 50% de independientes. El asiento de Amber será ocupado por Pablo Jiménez de Parga.

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