INFRAESTRUCTURAS

FCC se hace con un contrato de casi 90 millones para construir la autovía que unirá Burgos y Santander

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Sede de FCC.
Benjamín Santamaría
  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

El Grupo FCC, antes conocido como Fomento de Construcciones y Contratas, ha conseguido adjudicarse un competitivo contrato junto a Obras Llorente para la construcción de uno de los últimos tramos de la autovía burgalesa A-73, por casi 90 millones de euros. Esta carretera unirá las ciudades de Burgos y Santander cuando se finalicen otros dos segmentos que permitan una conexión con la A-67, evitando transitar por vías convencionales. Se trataba de una licitación muy golosa a la que se presentaron hasta 14 ofertas conformadas por distintas compañías.

El presupuesto inicial establecido por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) alcanzaba los 105,9 millones de euros. Sin embargo, la cantidad que recibirán los adjudicatarios será de 89.442.000 euros, suponiendo un ahorro para el Gobierno de 16,5 millones.

Un contrato disputado

A la oferta han concurrido 14 empresas, entre las que se encontraban Sacyr, Ferrovial, Dragados, Copisa o Acciona. Todas estas compañías presupuestaban la realización de la infraestructura cerca de los 90 millones, si bien al criterio económico se le han sumado otros como el juicio de valor. En este sentido, se sometieron a puntuación criterios cualitativos tales como la memora, el plazo de ejecución, la calidad, las actuaciones medioambientales, la minimización de impacto a los usuarios, las tecnologías empleadas o el impacto a la seguridad o la salud.

La mercantil que ha estado más cerca de arrebatarle la licitación a los adjudicatarios ha sido Sacyr al obtener una puntuación globlal (PG) de 95,80 -frente al 97,48 de los ganadores-, con especial buen resultado en diversas variables como por ejemplo en la memoria presentada, el programa de actuaciones medioambientales o en la minimización del impacto a los usuarios. La oferta de esta entidad, no obstante, ascendía hasta los 90,3 millones de euros.

La autopista

La autovía Burgos-Aguilar de Campoo, conocida como A-73, tiene en la actualidad 22,2 km hábiles y, tras las obras, alcanzará una longitud de 74 km. Es decir, FCC se encargará de la construcción de 11,55 km.

Las compañías van a construir un tramo que unirá Quintanaortuño con Montorio, zona en la que en la actualidad se encuentra la N-627. Tras esta obra, para unir Burgos y Santander, habría que completar los segmentos entre Montorio y Mundilla y entre Báscones de Valdivia y la A-67.

El gasoducto

Una de las dificultades de realizar este proyecto viene por la presencia del Gasoducto Burgos-Santander-Asturias que circulará por la izquierda de la futura autovía. Además, según las previsiones, el oleoducto cruzará la vía por un punto una vez se haya materializado.

Según un informe del Ministerio, para la puesta en marcha de la infraestructura, FCC tendrá que recurrir a la «utilización explosivos en las proximidades del gasoducto». Por ello, el Mitma exige que exista una coordinación entre las compañías adjudicatarias y el dueño del conducto: Endesa. Por tanto, la energética tendrá que aprobar las acciones que se realicen en el entorno cercano a la vía que surte de gas a buena parte del norte de España.

La segunda concesión de julio

El pasado 15 de julio, FCC consiguió adjudicarse junto a Comsa, grupo global de desarrollo de infraestructuras, otro competitivo contrato para la construcción de la Autopista A-16 en el Baix Llobregat por 54,4 millones.

La oferta de ambas empresas fue capaz de tener una mayor valoración que las otras 13. Entre las mercantiles que aspiraban a realizar estas obras estaban grandes nombres como los de Acciona, Dragados, Ferrovial o Sacyr.

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