Coronavirus

Las farmacéuticas que no se subieron al carro de las vacunas lo pagan en Bolsa

Vacuna Covid
Vacuna Covid Ómicron.
Laura Piedehierro
  • Laura Piedehierro
  • Periodista. Cuando no escribo del Ibex 35 me gusta mirar cuadros. Antes en Estrategias de inversión y ahora aquí.

Las farmacéuticas que no cuentan con alguna vacuna o tratamiento contra el coronavirus registran en Bolsa un rendimiento inferior a aquellas que sí luchan contra los contagios o los síntomas de la enfermedad, como demuestran las subidas que todavía acumulan compañías como Pfizer, BioNTech o Moderna desde noviembre de 2020. En el parqué español sucede lo mismo con Rovi.

El 9 de noviembre de 2020, las farmacéuticas Pfizer y BioNTech anunciaban que las últimas pruebas clínicas en su fase III mostraban una efectividad del 90% en su vacuna contra el coronavirus. Desde ese principio del fin de la pandemia, las acciones de la primera se revalorizan más de un 41%; mientras que la rentabilidad de la segunda supera el 58%.

La evolución en los parqués es reflejo de sus resultados empresariales. Este lunes, BioNTech informaba de que entre enero y marzo un beneficio neto de casi 3.700 millones de euros, un 228% más que hace un año, gracias precisamente a la vacuna contra el covid-19 que desarrolla. Hace unos días era Pfizer quien comunicaba que sus ganancias alcanzaban los 7.864 millones en el primer trimestre del año, un 61% más que los 4.877 logrados en el mismo periodo de 2021, gracias, también, a las ventas del inyectable.

Entre las fabricantes de vacunas, la mayor subida es la de Moderna, cuya rentabilidad roza el 89%, mientras que J&J y AstraZeneca se revalorizan un 24% y un 20%, respectivamente. Aunque sin inyectable pero con tratamiento contra el coronavirus, los títulos de Eli Lilly se revalorizan también cerca de un 89% desde la misma fecha.

Frente a estas subidas, otras farmacéuticas que no se han incorporado a la lucha contra el coronavirus se quedan rezagadas en los parqués. Es el caso de grandes grupos como Abbot (-4%), Merck (14,5%), Amgen (4%) o Roche (10%). Entre las farmacéuticas de mayor tamaño que no han desarrollado una vacuna o un tratamiento específico destaca la subida de Bayer, de casi el 38%.

De Rovi a Pharma Mar

En el caso de las grandes farmacéuticas españolas, la mejor evolución en Bolsa desde noviembre de 2020 la registra Rovi. El laboratorio de la familia López-Belmonte se revaloriza un 86% de la mano de Moderna y su acuerdo para la fabricación de vacunas contra el coronavirus. “El ‘efecto vacunas’ ha pasado de ser algo coyuntural a la situación arrastrada de 2020, a un elemento estructural de la nueva normalidad. Pero sólo Rovi tiene exposición directa a través de su contrato a 10 años con Moderna. Las demás no tienen las mismas perspectivas”, subraya Darío García, analista de XTB.

Almirall, compañía centrada en el segmento dermatológico, sube cerca de un 1,5% desde entonces, mientras que el valor en el mercado de Grifols se ha reducido un 31%, afectada por las caídas de las donaciones de plasma -su principal materia prima- durante la pandemia. La euforia y decepción generada por su fármaco contra el covid-19, llevan a Pharma Mar a acumular una caída del 40,5%, a pesar de las fuertes alzas registradas en 2022.

En los últimos días, y a consecuencia de la presentación de sus resultados del primer trimestre del año, todas las farmacéuticas españolas han registrado fuertes correcciones en Bolsa. “En momentos como los actuales, existía una rotación hacia valores de consumo defensivo, como es el farmacéutico, pero también puede sufrir vaivenes ante las noticias que vayan saliendo sobre sus medicamentos”, apunta Diego Morín, analista de IG.

El sector suele ser atractivo en escenarios de ralentización económica como el actual, provocada por la inflación, la guerra en Ucrania, los últimos confinamientos en China o el endurecimiento de la política de los bancos centrales. De hecho, el farmacéutico es el quinto sector del Euro Stoxx que mejor lo ha hecho este año, con una caída del 9,5%, inferior a la del 17% que acumula el índice. “La demanda de sus productos, en principio, es muy inelástica, ya que, sea cual sea la coyuntura, son productos y servicios necesarios, como sucede con la electricidad o los alimentos.”, subraya Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities.

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