El euro vuelve a cotizar por debajo del dólar
El euro cae de nuevo este jueves y vuelve a cotizar por debajo del dólar, un hito que ya alcanzó en la víspera por primera vez en veinte años, aunque después se recuperó. Según datos de mercado, a las 16.00, el euro baja y alcanza 0,996 dólares, y ello, en una sesión en la que la Comisión Europea ha empeorado las previsiones económicas de la zona euro y ha elevado las estimaciones de inflación hasta niveles récord.
En la jornada previa, el euro ya cotizó por debajo del dólar, pero después se recuperó y cerró la sesión a 1,006 dólares. El euro baja de nuevo hoy en un contexto de temor a una recesión económica ante las sucesivas subidas de tipos de interés que están llevando a cabo los bancos centrales para hacer frente a la escalada de la inflación, y que se prevén puedan ser aún mayores en los próximos meses ante el récord que registran los precios.
El pasado martes, el euro alcanzó por primera vez en 20 años la paridad con el dólar. A pesar de que este miércoles la ha perdido, poco después se ha vuelto a situar por encima. Pasadas las 15.00 horas se cambia a 1,003 ‘billetes verdes’. Los expertos llevan meses avisando de esta posibilidad conforme el Banco Central Europeo (BCE) se quedaba rezagado respecto a la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos en la retirada de estímulos económicos y la subida de los tipos de interés.
La divisa comunitaria no cotizaba sobre dicho nivel desde diciembre de 2002 con una situación en los bancos centrales muy distinta a la actual pues el BCE tenía los tipos de interés en el 3,25%, mientras que la Fed los situaba en el mismo nivel que en la actualidad, en el 1,75%. La siguiente referencia para el euro son los mínimos de julio del mismo año cuando cayó por debajo de la paridad, hasta las 0,96 unidades de dólar. Desde dicho mínimo, recuperó el terreno perdido y superó la paridad en diciembre del mismo año.
De este modo, el euro llegaba a caer hasta los 0,9952 dólares, con una caída superior al 1% respecto del cierre de la sesión de ayer, lo que amplía a más del 12% la depreciación acumulada por la moneda común europea frente a la estadounidense en lo que va de 2022. Desde Schroders, el gestor Robbie Boukhoufane señala que la economía estadounidense es mucho más autosuficiente (que la eurozona) en lo que respecta a los mercados de materias primas clave, en particular el gas natural, al mismo tiempo que el aumento de la inflación está lastrando el crecimiento a nivel mundial, lo que está llevando a los inversores a buscar la seguridad del dólar estadounidense.
«La mayoría de los bancos centrales se apresuran a aplicar tipos neutros para contener la inflación. Sin embargo, la Reserva Federal (Fed) se está moviendo mucho más rápido que el Banco Central Europeo, lo que ha llevado a un diferencial de tipos de interés de alrededor del 3% basado en los tipos de mercado actuales», explica.
De hecho, la Fed comenzó la normalización de su política monetaria el pasado mes de marzo, con una subida de 25 puntos básicos, a la que siguieron alzas de 50 y 75 puntos básicos, respectivamente, en las dos reuniones siguientes, mientras que el BCE acometerá su primera subida de tipos en once años la semana que viene, cuando elevará la tasa en 25 puntos básicos.
Por otro lado, la Comisión Europea ha publicado este jueves sus nuevas proyecciones macroeconómicas, que contemplan una escalada a niveles «históricos» de la inflación al 7,6% en 2022, mientras que han rebajado una décima el pronóstico de crecimiento del PIB, al 2,6%. Para 2023, Bruselas espera que la inflación se modere al 4% en la zona euro, lo que supone un aumento respecto al 2,7% de las previsiones de mayo, y que el PIB limitará su expansión al 1,4%, frente al 2,3% previsto anteriormente.
«El mercado de divisas ya está descontando un escenario de crecimiento pesimista para Europa, pero si el racionamiento de gas se convierte en una realidad, la tendencia del euro frente al dólar será aún más negativa», apunta Boukhoufane. No obstante, el experto anticipa que, a medida que los datos económicos se debilitan y la inflación de modere, cualquier señal de que la Fed está cerca de alcanzar el punto máximo de ajuste monetario aliviará parte de la presión alcista sobre el dólar. «Sin embargo, todavía no hemos llegado a ese punto», advierte.