Esto es lo que va a pasar con el precio del aceite de oliva: el cambio es inminente
Un agricultor revela en redes sociales que va a pasar con el aceite de oliva
El precio bajará aunque como apunta este experto "con matices"
A un precio nunca visto: el supermercado que ha tirado por los suelos el precio del aceite
El precio del aceite de oliva ha sido uno de los temas más discutidos en el mercado agroalimentario durante el último año. Tras alcanzar cifras históricas, la expectativa de una bajada de precios mantiene en vilo tanto a productores como a consumidores. Aunque algunos expertos anticipan una reducción en los precios del aceite en origen, surge la pregunta de si este descenso se reflejará pronto los lineales de los supermercados. Todo indica que la situación es más compleja de lo que parece, y el cambio que se espera en el mercado podría ser más gradual de lo deseado por muchos.
En los últimos meses, las existencias de aceite de oliva han alcanzado cifras inusualmente bajas. Al cierre de la campaña anterior, se registraron apenas 186.000 toneladas de aceite en stock, una cantidad que según el consultor agrícola Daniel Trenado, sólo cubre dos meses de demanda. Este dato contrasta con las reservas de años anteriores, que tal y como explica Trenado, solían rondar las 400.000 toneladas, por lo que supone una anomalía que ha incrementado la tensión en el mercado. La escasez ha influido en los precios, impulsando el valor del aceite hasta niveles que no se veían desde hace tiempo, pero ahora, con una nueva cosecha en el horizonte, las expectativas comienzan a cambiar. La llegada de la campaña 2024/25 ha generado cierto optimismo entre los productores. Según el mencionado experto, se espera una cosecha que podría alcanzar los 1,4 millones de toneladas, un 65% más que la anterior, aunque sigue siendo inferior a la media histórica. Aun así, esta mejora en la producción, combinada con una recuperación de la oferta global, podría presionar a la baja los precios en origen.
Esto es lo que va a pasar con el precio del aceite de oliva
Países como Túnez y Portugal han reportado buenas cosechas, y a nivel mundial se anticipa una producción de alrededor de 3,1 millones de toneladas, una cifra que devuelve al mercado a niveles anteriores a la crisis generada por la guerra en Ucrania. Sin embargo, el impacto de esta recuperación en los precios de venta al público podría ser limitado.
El escenario actual sugiere que, aunque los precios del aceite de oliva en origen pueden experimentar una ligera caída en los próximos meses, es posible que los consumidores no vean una reducción significativa en los precios al comprarlo en el supermercado. Gonzalo Guillén, director general de Acesur, una de las mayores envasadoras de España, ha explicado que, aunque se espera que el valor del aceite se estabilice entre noviembre y diciembre, el verdadero «suelo» de los precios no se alcanzará hasta abril o mayo de 2025. A pesar de ello, la reducción del coste en origen no garantiza necesariamente una disminución del precio final para el consumidor, ya que las empresas envasadoras podrían optar por mantener sus márgenes para recuperar las pérdidas de los últimos años.
Las empresas del sector han visto reducidos sus beneficios durante las últimas campañas debido a los altos costes de producción y la disminución del consumo global, que ha caído entre un 25% y un 30%. Esta situación ha sido especialmente notoria en España, donde la caída del consumo ha afectado a toda la cadena de valor. De hecho, a nivel internacional, el descenso ha sido desigual, con mercados como China y Corea del Sur registrando reducciones de hasta un 50% y 80% respectivamente. Ante este panorama, la tendencia de las empresas a no trasladar la bajada de los precios en origen al consumidor final se presenta como una estrategia lógica para recuperar parte de sus márgenes.
Un mercado pendiente del clima y la demanda
El precio del aceite de oliva también depende en gran medida de factores climáticos. Las lluvias recientes han sido recibidas como una bendición para los olivares, pero la estabilidad del mercado dependerá de que estas precipitaciones se mantengan durante el invierno y la primavera. La floración y el cuaje de los olivos en mayo serán determinantes para la campaña 2025/26. Si el clima acompaña, es posible que se logre una cosecha que mantenga el suministro suficiente para cubrir la demanda, lo cual podría presionar a la baja los precios en origen de forma más sostenida.
A pesar de este potencial alivio en la oferta, los consumidores deben ser cautos en cuanto a sus expectativas. Como bien advierte Daniel Trenado, «el sector del aceite se mueve más por expectativas que por cifras concretas». Esto significa que, aunque se prevea una cosecha superior a las dos anteriores, el impacto en el precio final dependerá de cómo el mercado perciba la disponibilidad de aceite y las reservas acumuladas. En este sentido, la industria sigue siendo cautelosa, con la mayoría de los actores apuntando a precios que oscilarán entre 5 y 6 euros por litro en origen, muy lejos de los 9 euros que se llegaron a ver en la campaña previa.
¿Volverán los precios a niveles precrisis?
Una de las grandes incógnitas para los próximos meses es si los precios del aceite de oliva podrán regresar a los niveles previos a la crisis, cuando el litro costaba entre 3 y 4 euros. A corto plazo, parece improbable que se alcance esta meta, ya que el mercado aún enfrenta la presión de los bajos stocks y la recuperación paulatina de la demanda global. Además, la industria deberá ajustar su oferta para adaptarse a las nuevas dinámicas del consumo, que ha cambiado notablemente en los últimos años, con una mayor presencia de aceites alternativos en el mercado.
El precio del aceite de oliva, considerado durante mucho tiempo como «oro verde», ha sido un termómetro de la situación económica y climática en España. A medida que se aproxima la nueva campaña, todos los ojos están puestos en los primeros litros de la cosecha, que podrían dar una señal de hacia dónde se dirigirán los precios en los próximos meses. Sin embargo, los consumidores deben prepararse para un proceso de ajuste más lento de lo esperado, donde las bajadas en origen podrían no traducirse de inmediato en ahorros al comprar su botella de aceite en el supermercado.
De hecho Trenado, a través de su hilo publicado en redes es claro con lo que cree que en definitiva va a pasar: «Sinceramente, la cosecha es decente, pero no es maravillosa, no da para que baje tanto» y añade «… ¿Va a pagar el consumidor menos por el aceite? Pues permítanme que lo dude. El sector envasador ha ganado poquísimo estos últimos años, y eso lo van a querer recuperar en algún momento».