Crisis del coronavirus

Las empresas pequeñas piden al Gobierno más ambición para que la financiación les llegue

CEOE CEPYME
El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, escuchando al de CEPYME, Gerardo Cuerva (EFE).

Las pequeñas y medianas empresas y los autónomos, representadas por asociaciones como la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) o ATA, no están del todo satisfechas con las medidas del Gobierno.

Tanto Cepyme, la principal patronal de los 2,8 millones de pymes que hay en el país, como ATA, la organización más representativa de los cerca de tres millones de autónomos que hay en España, están reclamando al Ejecutivo más medidas para afrontar el Estado de alarma.

El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, reivindica que la garantía que ofrezca el Gobierno como aval sea «amplia» para que las entidades presten realmente dinero.

Según explican fuentes de Cepyme a OKDIARIO, «el paradigma de la financiación ha cambiado complemente con esta crisis». «Tenemos una crisis de oferta, que será temporal, pero no sabemos exactamente la duración», remarcan.

El panorama es el siguiente: «A diferencia de la financiación que hemos visto hasta ahora, el cambio es que no se pide liquidez para inversión sino para circulante. Es decir, las empresas de menor tamaño van a acudir a las entidades buscando financiación para pagar nóminas o alquileres de inmuebles o de equipos, y lo van a hacer sin poder presentar previsiones reales.  En este contexto, evaluar los créditos va a ser una tarea muy compleja y nos preocupa que no lleguen a los más pequeños».

La reivindicación de Cepyme se centra en la inyección de tesorería para que las empresas tengan dinero circulante. ¿El mecanismo que se ha habilitado? Las líneas de avales aprobadas tanto por el Gobierno central como por el Banco Central Europeo (BCE): «Hemos dejado de pedir prestamos para inversiones y estamos pidiendo prestamos para circulante, que necesita una garantía, y es muy importante que esa garantía por parte del Gobierno sea amplia», dicen.

Aunque las pymes ven bien la propuesta del BCE de inyectar liquidez y de una posible compra de activos a futuro, explican que si esas medidas no llegan a las empresas más pequeñas «no serán la solución, no al menos para esos cientos de miles de trabajadores que están en las pymes».

Reclaman ERTE automático

«La pequeña y mediana empresa no quiere cerrar, no quiere despedir a sus trabajadores, y para eso necesita ese expediente de regulación temporal de empleo», explica Cuerva, que reconoce la «complejidad» de muchos de los trámites.

«Cuando baja uno a la realidad de la pequeña y mediana empresa española, esa que tiene dos trabajadores, tres o quince, ve que esa no tiene la facilidad para montar este tipo de expedientes, y por eso la petición de la pyme de que sea prácticamente automático», detalló este jueves Cuerva a Efe.

Iván Gayarre Conde, socio de Sagardoy Abogados, ha aclarado a OKDIARIO, cómo son los ERTE que contempla el Real-Decreto Ley del Gobierno. En primer lugar, se encuentra el de «fuerza mayor», con una tramitación máxima de cinco días. Sin embargo, en el caso de que se pida este ERTE más sencillo (sólo hay que presentar un informe a las autoridades explicando por qué no están teletrabajando y por qué ha impactado en su actividad el coronavirus), las empresas deben garantizar que mantendrán el empleo durante seis meses y deberán volver a la actividad en cuanto se cancele el Estado de alarma.

Hay otro ERTE más costoso de realizar, con plazos más extensos, ante una crisis de coronavirus. Es aquel que está pensado para empresas, por ejemplo, de la industria, a las que les será mucho más difícil volver a la actividad. En definitiva, es el ERTE tradicional pero con un recorte de los plazos. Las compañías que pidan este ERTE tardarán en total cerca de 15 días en completar los trámites. No obstante, se ahorran también tiempo, porque antes se tardaba cerca de un mes desde que se intentaba poner en marcha hasta que activaba.

«Los empresarios tenemos una cosa muy clara, uno de los recursos más importantes de nuestras compañías son los trabajadores», explica Cuerva, que ha dicho que a las cientos de empresas que han presentado un ERTE se sumarán ahora otras más pequeñas.

ATA

Desde ATA reclaman por su parte que «a ingresos cero, cotización cero». Los autónomos siguen teniendo dudas de que puedan beneficiarse de las medidas del Ejecutivo central. De hecho, algunos gestores que trabajan con centenares de trabajadores por cuenta propia les avisan en circulares de que la legislación por ahora sigue habiendo costosa y que hace falta más seguridad jurídica. Los autónomos esperan una resolución de la Seguridad Social que clarifique cómo deben actuar en el futuro.

Lo cierto es que las asociaciones de pequeños y medianos empresarios y de autónomos están tramitando una cantidad «ingente» de dudas sobre qué hacer y cómo ante el cierre de sus negocios, aunque la mayoría se centran en el futuro de sus plantillas. Algunas llamadas, admiten, sirven también estos empresarios que están pasando un mal momento como desahogo.

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