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Las empresas españolas adaptan sus planes de contingencia para afrontar la incertidumbre interna

Las empresas españolas adaptan sus planes de contingencia para afrontar la incertidumbre interna

“A falta de reformas y a la espera una vez más de que el contexto político lo permita, las empresas vienen incorporando en sus modelos de negocio y sus respectivos planes de contingencia la mayor incertidumbre, tanto en el corto como en el medio plazo”. Es una de las conclusiones del informe de verano de 2019 de Equipo Económico, una firma de servicios profesionales que se dedica a asesorar a las empresas españolas y a multinacionales en decisiones estratégicas en materia económica, financiera, fiscal o mercantil.

Según las fuentes empresariales consultadas por OKDIARIO, la hiperregulación que hay en España, especialmente en algunas comunidades autónomas, está paralizando muchas inversiones que podrían realizarse a nivel interno. Lo que no implica que las empresas se queden quietas, sino que apuestan por relanzar proyectos que tienen en el extranjero, para lo que ayuda el panorama de tipos de interés reducidos, que se espera que continúe a corto y medio plazo.

Eso sí, asuntos como la guerra comercial, el proteccionismo y el Brexit también están incorporándose desde hace meses a los planes B de las compañías. A pesar de ello, una de las vías de escape para las empresas ante la desaceleración, que podría provocar a medio plazo una caída de la demanda interna, es la apuesta firme por la internacionalización, a pesar de que riesgos como el Brexit o la guerra comercial podrían afectar también a su negocio en el exterior.

Entre enero y abril de 2019, cuando en España ya empezaban a observarse con claridad los síntomas de ralentización, el número de empresas exportadora ascendió a 114.460, un 5,2% más que en el mismo periodo del año anterior, según las últimas estadísticas del ICEX. Lo mismo ocurre con las empresas que venden al exterior de forma regular: las empresas exportadoras hasta abril ascendían a 46.328, un 2,5% más que en los tres primeros meses de 2018.

Estos datos son especialmente significativos si se tiene en cuenta que 2018 fue un año especialmente bueno en cuanto al crecimiento de empresas exportadoras. De hecho, según las cifras del ICEX, había 204.196 empresas que vendían bienes y servicios al extranjero, un 26,5% más que en 2017. Las compañías exportadoras regulares ascendieron a final del año pasado a 51.768, un 2,4% más.

La subida que se registró en 2018 en el número de empresas exportadoras es la mayor que se produce desde que se inició la recuperación, algo que contrasta con la ralentización en la mayoría del resto de indicadores.

La apuesta por el sector exterior contrasta con la paralización de las inversiones internas que podría comenzar a observarse cada vez con más claridad: un informe de Perspectivas empresariales de KPMG de comienzos de año pronosticaba que en 2019 subirá del 9% al 15% el porcentaje de empresarios que, por cautela, prevé frenar las inversiones durante este año.

Asimismo, el número de trabajadores afectados por ERE (incluyendo tanto los despidos, como la suspensión de empleo y las reducciones de jornada) se ha disparado un 60% en el primer trimestre del año, según los últimos datos disponibles. Los anuncios de EREs y ERTEs se están sucediendo por todo el país, con la industria siderometalúrgica liderando las malas noticias por el mal momento que vive la producción de automóvil.

En la última década el stock de inversión en el exterior ha pasado de representar el 5% del PIB a más del 50%, lo que permite estabilizar los negocios de las compañías españolas frente a la incertidumbre política y regulatoria que exista a nivel interno. “Muchas inversiones se están paralizando en España simplemente por la regulación existente en España, especialmente a nivel autonómico”, señalan fuentes empresariales, que destacan, por ejemplo, las dificultades para abrir negocios en España mientras que otros países dan facilidades.

Un ejemplo reciente de ello es la Ley 10/2019 de 27 de junio de ordenación territorial de grandes establecimientos comerciales del País Vasco, que se publicó el viernes en el Boletín Oficial del Estado, que impedirá grandes centros comerciales en las periferias. Se prohíben, de facto, las superficies de más de 2.500 metros cuadrados fuera de zonas urbanas.

Por otro lado, empresas como Naturgy han anunciado recientemente que van a paralizar las nuevas inversiones, en el caso de la gasista por el hachazo a la retribución de la CNMC, como avanzó OKDIARIO.

Otra señal de que las dificultades para invertir en España son reales es que los inversores chinos huyen de España ante el aumento de trabas y burocracia en los últimos meses. Según un informe de Baker McKenzie inversión china en España se ha desplomado un 99% en el primer semestre hasta los 8,8 millones de euros, frente a los 975 millones del primer semestre del año pasado.

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