Elon Musk

La dura predicción de Elon Musk que se empieza a cumplir y no pinta nada bien: «Al borde de una gran crisis de…»

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Elon Musk.
Blanca Espada

Elon Musk no es precisamente un personaje que pase desapercibido. No sólo por su amistad con Donald Trump, aunque ahora parece que pasa por horas bajas debido a la crisis de los aranceles. No olvidemos que es el hombre más rico del mundo y que además siempre es noticia por sus ideas extravagantes o comentarios polémicos en su red social X, antes Twitter. Sin embargo en esta ocasión, Elon Musk ha querido advertir al mundo con una dura predicción que según él ya se empieza a cumplir y no pinta nada bien.

Lo más alarmante es que esta predicción no surge de la nada. Durante su participación en la conferencia Bosch Connected World, celebrada en Berlín, Musk explicó que el crecimiento imparable de tecnologías como la inteligencia artificial y los vehículos eléctricos está disparando la demanda de electricidad a niveles que podrían resultar insostenibles. Para él, la infraestructura energética actual no está preparada para soportar este salto tecnológico. Y si no se hace nada, los efectos podrían sentirse mucho antes de lo que imaginamos. Musk ha sido muy claro al señalar el origen del problema: estamos frente a una carrera tecnológica vertiginosa que, sin una base sólida de energía, puede colapsar. A pesar de que el avance de la IA y la adopción masiva de coches eléctricos se ven como pasos positivos hacia el futuro, su impacto en la red eléctrica es mucho mayor del que la mayoría de los países está preparada para asumir. Y lo peor es que ya se están viendo las primeras señales de alarma en distintos puntos del planeta.

La dura predicción de Elon Musk que se empieza a cumplir

El mensaje de Elon Musk no fue lanzado al aire como una teoría apocalíptica sin fundamento. En realidad, está basado en hechos que ya se están dando. La inteligencia artificial está avanzando a un ritmo jamás visto, con nuevas herramientas que surgen cada pocos meses y que requieren enormes cantidades de potencia de cálculo. Y esa potencia no es gratis: los centros de datos que la sostienen necesitan ingentes cantidades de energía para funcionar, enfriarse y mantenerse operativos 24/7.

A esto se suma la minería de criptomonedas, especialmente de Bitcoin, que sigue devorando electricidad a niveles de país entero. Pero el gran factor acelerador de esta crisis energética es el coche eléctrico. Sólo en China, las ventas de estos vehículos crecieron un 40% en 2024, lo que muestra cómo el mundo está dando un giro masivo hacia esta forma de movilidad. Sin embargo, la infraestructura no está evolucionando al mismo ritmo. Las estaciones de carga no son suficientes, y las redes eléctricas en muchos países ya muestran signos de saturación.

Una gran crisis para la que no estamos preparados

Uno de los puntos más relevantes de la advertencia de Musk es que la infraestructura actual no está diseñada para soportar este nuevo panorama. Durante décadas, los sistemas eléctricos han funcionado más o menos de la misma manera, y aunque se han ido modernizando en algunos lugares, la mayoría sigue dependiendo de estructuras obsoletas que no fueron pensadas para el nivel de consumo que hoy se demanda.

Por ejemplo, la fabricación de transformadores, un componente esencial para distribuir energía, no va al ritmo necesario. Estos dispositivos son costosos, difíciles de producir en masa y tienen tiempos de entrega largos. Sin ellos, es imposible ampliar o reforzar las redes de distribución de electricidad. Y mientras tanto, millones de dispositivos inteligentes, centros de datos y cargadores de coches siguen conectándose cada día.

Las soluciones que propone Elon Musk

Como suele hacer, Musk no se limita a lanzar la advertencia: también ha propuesto una serie de medidas que considera urgentes para evitar que esta crisis energética se convierta en una catástrofe global. Son estas que ahora enumeramos:

  • La primera, como ya se ha mencionado, es aumentar la producción de transformadores eléctricos, algo que requiere voluntad política, inversión y coordinación internacional.
  • En segundo lugar, el empresario insiste en que es indispensable apostar de forma decidida por las energías renovables. La solar y la eólica no solo son más sostenibles, sino que pueden descentralizar el suministro energético y reducir la dependencia de fuentes como el carbón o el gas natural, que además son más contaminantes.
  • También hace hincapié en mejorar las tecnologías de almacenamiento de energía, como las baterías de litio o las nuevas soluciones basadas en hidrógeno. Poder almacenar energía en los momentos de baja demanda y liberarla cuando es más necesaria sería una forma de estabilizar el sistema.
  • Finalmente, Musk subraya que hay que mejorar la eficiencia energética en todos los sectores, desde el diseño de los chips de IA hasta los sistemas de climatización en los hogares.

¿Qué nos depara el futuro?

Aunque el panorama que plantea Elon Musk es preocupante, también deja un margen para el optimismo. Para él, la humanidad aún está a tiempo de evitar una crisis energética de gran escala, pero no podemos permitirnos seguir como si nada. La tecnología avanza demasiado rápido como para que los sistemas antiguos la sostengan por sí solos. Hace falta una transformación profunda, y no solo a nivel técnico, sino también en cuanto a mentalidad y prioridades.

Los gobiernos tienen que anticiparse y regular con visión de futuro. Las empresas deben asumir su responsabilidad y colaborar en el desarrollo de soluciones sostenibles. Y los ciudadanos, en la medida de lo posible, también pueden hacer su parte: el consumo responsable de energía es más importante que nunca.

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