Deutsche Bank está abocado a salir del Eurostoxx 50 y sufrir una nueva sangría de fondos en septiembre

Deutsche Bank
Una oficina de Deutsche Bank.

Deutsche Bank atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia con los títulos cotizando cerca de sus mínimos históricos. Ese desplome bursátil le hará salir, casi con total seguridad, del Eurostoxx 50 en la próxima revisión, tras más de 20 años en el selectivo.

Y, tirando de refranero español, ‘a perro flaco, todo son pulgas’. La salida del Eurostoxx supondrá también para el banco alemán quedar excluido de las carteras de los fondos cotizados (ETFs), por lo que el valor se verá aún más castigado.

El futuro para la entidad germana es incierto y así de tajante se muestra Petra von Kerssenbrock, analista de Commerzbank, en declaraciones a Bloomberg: «No hay posibilidades de que Deutsche Bank sobreviva al reajuste del índice».

Sin embargo, Alberto Iturralde, analista independiente, matiza el impacto negativo que tendría esa salida del selectivo para el primer banco de Alemania: «Inicialmente le perjudica porque como tiene que salir de ese índice, quienes manipulan el valor lo bajan lo máximo posible antes para comprar lo más barato posible todos los títulos de los ETFs que saldrán al mercado».

«Una vez que ha salido, normalmente ser le hace subir más porque como el núcleo duro de Deutsche Bank ha tenido que comprar todos esos títulos le interesa venderlos más arriba. Con lo cual, durante estos meses lo normal es que el banco funcione peor y que cuando salga del Eurostoxx 50 tenga un rebote importante», concluye Iturralde.

Posible fusión

Lo único que evitaría la salida del selectivo –aparte de una revalorización del 40% de aquí a septiembre– sería una fusión con el segundo mayor banco del país: el Commerzbank. Esta hipotética fusión es uno de los culebrones del año, aunque el analista señala que «para ningún valor lo relevante en sí mismo es estar en un índice o no, sino cuál es su política comercial. Si les cuadra la fusión se fusionarán, pero si no, no».

«Deutsche Bank está cayendo mucho más que los demás bancos en los últimos años, ni siquiera meses. Hay algo ahí que no están contando y que es negativo. Independientemente de que después de salir de ese índice el banco pueda rebotar por el proceso ya explicado antes, hay algo en Deutsche que no está bien. Y es algo que nadie que no esté en el consejo de administración puede saber», concluye Iturralde.

No obstante, el consenso de analistas considera que el banco cotiza por debajo de su valor. Facset sitúa el precio objetivo de la entidad germana en los 10,3 euros, lo que supone un potencial alcista de más del 8% en relación a su cotización actual.

Salida de directivos

La descapitalización del banco también se ha trasladado a la estructura de la entidad. La lista de directivos que han decidido salir del banco en las últimas semanas es larga y muy importante. La última ha sido la de siete miembros del equipo de  Quantitive Finance del banco en Londres, que han decidido unirse a su ex jefe, Sam Wisnia, en la firma Eisler Capital.

Estas salidas se unen a la de Martin Evans, jefe europeo de Operaciones de derivados del banco en abril, James Laileym jefe de préstamos de valores de la filial de Estados Unidos, y el citado Wisnia.

Estas salidas se producen antes de que el banco haya puesto en marcha el anunciado ERE sobre unos 7.000 trabajadores en todo el mundo. Estos despidos forman parte de un plan más amplio de adelgazamiento de los negocios del banco para intentar reflotarlo.

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