'tasa Tobin'

El desplome de la Bolsa reduce la recaudación de la ‘tasa Tobin’ de Sánchez: sólo afecta a 57 empresas

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en el Congreso.
Carlos Ribagorda

El desplome de la Bolsa española desde el estallido de la pandemia del coronavirus ha reducido de 64 a 57 el número de empresas a las que afectaría la llamada ‘tasa Tobin’ -impuesto a las transacciones- que ha aprobado el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias y con el que espera recaudar 850 millones de euros. Este impuesto, que ha superado ya el trámite de las enmiendas a la totalidad en el Congreso y estará listo tras el verano, afecta a las operaciones en Bolsa de las compañías que superen los 1.000 millones de euros de capitalización bursátil.

Ahora, tras la caída de un 25% del valor del Ibex desde marzo, en el selectivo española hay dos empresas a las que no afectaría este impuesto. Además de Ence, que ya estaba fuera de esta nueva tasa en febrero, cuando la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aprobó la medida, ahora se une Meliá Hotels, que ha reducido su capitalización por debajo de esos 1.000 millones de euros. El resto son empresas del mercado continuo, como Técnicas Reunidas, Dia o Applus.

Otras empresas, además, están a un paso de bajar de ese umbral y reducirían aún más las compañías afectadas y reduciría la recaudación prevista por el Gobierno por esta tasa cuando entre en vigor, después del verano según los trámites del Congreso. Es el caso de Mediaset, que roza ya los 1.000 millones, Faes Farma o NH Hoteles.

La reducción de las empresas a las que afecta el impuesto aprobado por el Gobierno, que podría ampliarse si las bolsas siguen castigadas por la amenaza de los rebrotes de la pandemia y la profunda crisis económica que está a un paso de comenzar, supone otro golpe para la previsión de recaudación realizada por el Ejecutivo de coalición.

En febrero, antes del inicio de la crisis del coronavirus, Montero señaló que el Gobierno esperaba recaudar con este impuesto 850 millones de euros, un 0,07% del PIB. y un 0,02% de la recaudación por impuestos. Según señaló la ministra en mayo, esta tasa sería incluso más necesaria que nunca en un contexto de recesión, ya que serviría para cuadrar las cuentas públicas.

Fiasco europeo

Pero, la realidad es bien distinta. Ya en su momento organismos como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), presidida entonces por el ahora ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, señaló que la recaudación sería menor.

Además, la experiencia de lo que ha ocurrido en otros países cuando se ha puesto en marcha este impuesto demuestra que esta tasa tiene efectos contrarios a los que realmente se buscan.

Un reciente informe de la firma de expertos norteamericana Greenwich Associates analiza el impacto de un impuesto a las transacciones financieras a nivel mundial -ante la posibilidad de que se apruebe también en Estados Unidos-. Suecia aprobó una ‘tasa Tobin’ del 1% en 1984, que amplió después al 2% en 1986. La consecuencia fue que el volumen de la negociación de las acciones cayó un 30% y el de los bonos un 85%. La mayor parte de los inversores empezaron a operar desde Londres, lo que motivó que Suecia diera marcha atrás y retirara el impuesto en 1991.

Francia impuso esta tasa en 2012 con un resultado similar. El volumen de negocio se desplomó y la recaudación fue la mitad de la prevista inicialmente por el Gobierno francés. Italia lo puso en marcha en 2013 y la consecuencia ha sido la caída de los volúmenes y el aumento de la volatilidad. «Con los años ha habido un patrón interesante: los países que lo han implantado han decidido dar marcha atrás ya sea porque no recaudaron lo que preveían o porque se perdía volumen de negocio a favor de otros mercados», señala el informe.

La firma de expertos ha realizado una encuesta entre los meses de enero y febrero de este año entre los ejecutivos en firmas de Bolsa de Estados Unidos principalmente, pero también de Europa, concluyendo que el 70% estima una reducción de sus negocios. Sólo una cuarta parte no espera ningún tipo de efecto de esta medida si se aprueba finalmente en Estados Unidos.

La conclusión de este informe es que la imposición de esta tasa «puede parecer atractivo para quienes no conocen los mercados o tienen poca experiencia con la historia de estos impuestos». Uno de los expertos consultados para el informe señala que siempre que diferentes gobiernos han intentado implantar un impuesto como éste, «termina siendo soportado» por aquéllas personas que pretende proteger, los inversores. «Me parece sorprendente que los responsables políticos no hayan aprendido de todos los fracasos del pasado», asegura este ejecutivo.

Lo último en Economía

Últimas noticias