El fin del verano golpea al mercado laboral

sector servicios,

Agosto es un mes malo para el empleo y 2015 no ha sido una excepción. La afiliación media de la Seguridad Social ha caído en casi 134.300 personas, cerrando el verano con 17,2 millones de cotizantes. El fin de la temporada estival ha destruido empleo -especialmente en el sector servicios- afectando a la recuperación del mercado laboral.

Los datos son peores que los contabilizados en años anteriores, ya que en agosto de 2014 la pérdida de afiliados netos fue de casi 97.600 personas, y en 2013 de poco más de 99.000. Sin embargo, abriendo el foco a la evolución de los últimos doces meses, hoy tenemos casi 531.400 cotizantes más que hace un año, lo que supone un aumento del 3,2%, el mayor desde 2006.

Así lo refleja el último informe publicado por el Ministerio de Empleo, que revela también que, descontando el efecto de la temporada estival (lo que técnicamente se conoce como la cifra «desestacionalizada»), el volumen de afiliados se reduce en casi 14.000 personas. Este indicador revela que la destrucción de puestos de trabajo no se puede atribuir sólo a los despidos y al fin de los contratos temporales que se produce cada verano.

Respecto al paro registrado en las oficinas de los Servicios Públicos de Empleo (antiguo INEM), los datos confirman que existe un elevado volumen de desempleo oculto debido a que el Gobierno permite no contabilizar como parados a personas que no trabajan, lo que ha llevado a la Unión Europea (UE) a rechazar esta estadística por ser poco rigurosa.

Bruselas sólo se fía de la Encuesta de Población Activa (EPA) -que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE)- a la hora de realizar sus comparaciones entre países, ya que el desfase con la estadística de paro del Ministerio de Empleo es enorme: hay más de 1,4 millones de parados ocultos bajo las alfombras autonómicas, el 25% del total.

Con todo ello, al cierre del verano hay  casi 5,5 millones de demandantes de empleo registrados, lo que supone una tasa de paro superior al 22%, un volumen que no es asumible para una economía desarrollada. De hecho, si comparamos el nivel de desempleo de España con el del resto de la UE, sólo Grecia tiene una tasa de paro mayor, con el 25% de la población activa sin trabajo.

2,2 afiliados por pensionista

El número de afiliados a la Seguridad Social por pensionista es de 2,2, esto quiere decir que gracias a las cotizaciones que pagan dos trabajadores se puede pagar la mensualidad de un jubilado. Esta variable sirve para medir la sostenibilidad del sistema, que se enfrenta a importantes retos en el futuro derivados del envejecimiento de la población. La pirámide demográfica se convierte en un pilar en el que aumentan los pensionistas a un ritmo mayor del que lo hacen los nuevos trabajadores.

En este contexto, tarde o temprano los partidos políticos tendrán que encarar el problema y, en lugar de poner parches temporales mediante pequeñas reformas -como se ha hecho hasta ahora- habrá que ir a un modelo que no se base exclusivamente en el sistema de reparto, en el que los trabajadores pagan las pensiones de los jubilados actuales y confían en que en el futuro otros empleados les paguen a ellos las pensiones.

Otros países europeos, como Suecia, ya afrontaron este reto con éxito, lo que demuestra que es posible diseñar un cambio progresivo de modelo con un sistema mixto que combine capitalización y reparto, permitiendo a los jóvenes trabajadores actuales poder disponer de pensiones decentes cuando llegue su jubilación.

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