China «viola los derechos humanos» de los pescadores del calamar que se vende en España
Envifonmental Justice Foundation denuncia "trabajos forzados" en el suroeste atlántico
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La organización Environmental Justice Foundation (EJF) ha elaborado un estudio en el que concluye que buques de China están «violando los derechos humanos» de pescadores que recolectan calamar en aguas internacionales, al suroeste atlántico. Según mantiene, estos empleados están sometidos a «trabajos forzosos». El resultado de esta actividad acaba en suelo español, pues España importa parte de este calamar y «sirve de puerta de entrada para Europa».
Según la organización, los buques chinos llevan a cabo «graves abusos del medio ambiente» y sus trabajadores se encuentran en «condiciones de esclavitud humana moderna».
Esto afecta de forma particular a España, pues es el segundo mayor importador de calamar y sepia del mundo, y el principal punto de entrada de estos productos en la Unión Europea.
Por ello, las conclusiones de la nueva investigación de EJF se han hecho públicas este miércoles en España en un acto al que ha acudido OKDIARIO. En él, los investigadores han enseñado un informe y un documental en el que se muestran los vínculos del calamar con abusos laborales y medioambientales.
Este calamar entra en España «con implicaciones directas para los consumidores, los mercados de productos del mar y la flota nacional», según la entidad.
«Nosotros sabíamos ya desde hace años que aquí ocurrían ciertos abusos, pero ahora hemos tenido la oportunidad de ir al terreno. Hemos estado allí en la milla 201, que es donde se da la concentración más importante de barcos. Hemos estado en una expedición con la Prefectura Naval Argentina y hemos recabado testimonios de 169 tripulantes que han estado en estos barcos entre el periodo 2019-2024», explican.
«En esta zona cada año descienden unos 343 buques poteros, un tipo especializado en la pesca de calamar con cuotas», afirman. Como esta actividad se lleva a cabo en aguas internacionales, «no hay ninguna gestión, no hay ningún control, no hay unas leyes».
Abusos de China en la pesca de calamar
La mayor parte de los entrevistados por EJF proceden de Indonesia y Filipinas y trabajan en buques de China. Lo que han atestiguado es escalofriante: «Hemos encontrado unas condiciones de esclavitud moderna y de graves abusos de derechos humanos y laborales».
«Por empezar por lo más grave, hemos constatado a lo largo de todos estos testimonios el caso de tripulantes que han fallecido a bordo, en condiciones a veces que no han sido explicadas», denuncian. «Por ejemplo, un tripulante falleció, no se sabe realmente qué pasó porque no se le hizo ninguna autopsia, y después de estar en el congelador varias semanas se le tiró por la borda y desapareció».
«Un tripulante que contrajo apendicitis, falleció porque no se le dio atención. Una muerte por negligencia, por falta de atención médica. También tenemos una inmensidad de casos de abusos, de abuso físico, intimidación, amenazas, detención de salario, condiciones de vida deplorables…», expone la organización.
De los entrevistados en buques chinos, los problemas más comunes han sido los siguientes:
- El 14,3% denuncia un «abuso de la vulnerabilidad», como la «denegación de la asistencia médica esencial, el rechazo reiterado de las peticiones de recisión de contrato y la repatriación de la tripulación».
- El 78,6% denuncia «engaño», como «la obligación de trabajar en un buque distinto al estipulado en el contrato o la deducción en el salario».
- El 50% denuncia «violencia física», como «golpes, puñetazos, bofetadas, patadas o estrangulamiento».
- El 48,2% denuncia «amenazas e intimidación», como «amenazas a la tripulación con enviarles a casa o descontarles el salario o las primas».
- El 94,6% denuncia «retención de documentos de identidad», como la «confiscación de los pasaportes y las libretas navales de la tripulación por parte de los oficiales».
- El 57,1% denuncia la «retención de salarios», como el «incumplimiento del pago al trabajador o a su familia conforme a un acuerdo previo o que el plazo de un pago excede los dos meses».
- El 94,6% denuncia «servidumbre por deudas», como el «pago de una tarifa de contratación elevada o un aval monetario como garantía a cambio de la promesa de finalizar el contrato».
- El 76,8% denuncia «condiciones de trabajo y de vida abusivas», como que «no existe otra alternativa que beber agua de mar filtrada, que a menudo contiene óxido de la unidad de filtración, o que los trabajadores musulmanes se ven obligados a comer carne de cerdo».
- El 83,9% denuncia «horas extras excesivas», como que «de manera habitual se les exige trabajar más de 14 horas diarias».
Todos estos problemas, según EFJ, suceden ante los ojos de una Europa que compra los productos provenientes de estos buques. Por ello, la organización pide a Bruselas que tome medidas serias, a nivel de la Unión, para evitar que las importaciones vayan recorriendo los países y sorteando las restricciones nacionales que pudieran aparecer.