Cataluña, Murcia y la Comunidad Valenciana son las CCAA con mayor déficit estructural, según Fedea
En el caso de Cataluña el déficit estructural supone el -1,4% del PIB en el año 2023
Cataluña, Murcia y la Comunidad Valenciana, fueron las tres regiones que en el año 2023 sufrieron el déficit estructural más elevado, algo que estaría provocado principalmente por decisiones autonómicas y variables estructurales de gastos e ingresos y no por el ciclo económico.
Cataluña, -1,4% del PIB
En el caso de Cataluña el saldo estructural supone el -1,4% del PIB en el año 2023, mientras que en la Comunidad Valenciana supone el -2,2% del PIB y en Murcia es del -2% del PIB, según el último informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).
También se destaca las «sustanciales» diferencias entre comunidades autónomas, ya que, mientras estas tres comunidades tienen este déficit estructural, Asturias (0,2%), Cantabria (0,5%) y Navarra (1,3%) lograron superávits estructurales en 2023, según el estudio ‘El saldo estructural de las Comunidades Autónomas’ de Fedea.
Detrás de estas comunidades y con saldo estructural negativo se sitúan Andalucía (-1,2%); Castilla-La Mancha y Extremadura (-1%); Castilla y León y Madrid (-0,7%); Baleares (-0,5%); Aragón (-0,4%); La Rioja y País Vasco (-0,3%) y Canarias (-0,2%).
Medidas de déficit por CCAA
El informe, que está elaborado por Manuel Díaz, Carmen Marín y Diego Martínez, de Fedea, apunta a que las comunidades autónomas adoptaron en 2022 medidas con impacto en el gasto autonómico de los próximos ejercicios.
«Solo las medidas de gasto en personal previstas por las CCAA tuvieron un efecto cercano a los 700 millones de euros en 2023 e impactos adicionales en torno a los 300 millones en 2024», señala el texto.
De igual forma, Fedea destaca que dichas medidas se concentraron en la revisión de los complementos de carrera y complementos específicos o de productividad, especialmente en el ámbito educativo y en el sanitario; también en la reducción de ratios en educación, de horas lectivas de los docentes y el mayor coste estimado en las cuotas a la Seguridad Social del personal de educación.
«Por todo lo anterior, y como ya indicamos el año pasado, pensamos que el saldo estructural estimado para 2022 estaba sesgado al alza y, por tanto, el deterioro de 2023 ya estaba latente en el ejercicio anterior», sentencia.