Bruselas permite a China fabricar y vender biocombustibles en la UE con una empresa de las Islas Caimán
Esto sucede en medio de una guerra comercial entre ambos bloques por los aranceles
Bruselas acaba de otorgar un permiso a China para que fabrique y venda biocombustibles en suelo europeo de la mano de una empresa con sede en las Islas Caimán. Así consta en los registros de la Comisión Europea consultados por OKDIARIO. Esto sucede en medio de una guerra comercial entre ambos bloques ocasionada, sobre todo, a raíz de la creación de aranceles para el coche eléctrico proveniente del gigante asiático.
En concreto, Bruselas ha aprobado la creación de una empresa conjunta entre Xiamen C&D Commodities, de China, y HMLYS II Holdings Limited, de las Islas Caimán. «La transacción se relaciona principalmente con la producción y venta de biocombustibles, específicamente aceite vegetal hidrogenado y combustible de aviación sostenible», explica la Comisión Europea.
La Comisión considera que la creación de esta empresa «no plantearía problemas de competencia, dado que la empresa conjunta tiene actividades insignificantes en el Espacio Económico Europeo» en la actualidad. «La operación notificada se examinó con arreglo al procedimiento simplificado de examen de las concentraciones», explica.
Por tanto, China podrá vender y elaborar biocombustibles en suelo europeo en medio de la guerra comercial. Y esto lo hará de la mano de una mercantil de las Islas Caimán.
Las Islas Caimán son consideradas un paraíso fiscal, lo que significa que tienen un sistema tributario favorable para empresas e individuos que buscan minimizar sus obligaciones fiscales. En concreto, ofrecen bajos o nulos impuestos sobre la renta, las ganancias de capital y los beneficios corporativos.
Además, el país cuentan con leyes que garantizan un alto nivel de confidencialidad en cuanto a la identidad de los propietarios de empresas y cuentas bancarias, lo que atrae a inversores y empresas internacionales que buscan evitar pagar impuestos en sus países de origen.
Este tipo de jurisdicciones también son atractivas para la creación de sociedades offshore, que permiten a las empresas operar sin una presencia física significativa en el país y disfrutar de ventajas fiscales.
Guerra comercial entre Bruselas y China
La guerra comercial entre Bruselas y China tiene su origen a mediados de este 2024. Y es que la UE ha introducido 31 restricciones comerciales y de inversión contra China, incluidas 25 medidas comerciales correctivas, además de iniciar una investigación sobre el Reglamento de Subvenciones Extranjeras (FSR) y una investigación sobre el Instrumento de Adquisiciones Internacionales (IPI) contra China, que interfirieron gravemente con la cooperación económica y comercial entre China y la UE.
Por su parte, el Gobierno del gigante asiático, a petición de las asociaciones de ganaderos del país, ha comenzado a estudiar un posible veto al sector porcino.
Los ganaderos chinos denuncian posibles prácticas de dumping o competencia desleal. La investigación de Pekín «normalmente debería finalizar antes del 17 de junio de 2025», aunque podrá ampliarse 6 meses en circunstancias especiales.
Otro de los sectores que se está viendo afectado por la guerra comercial es el lechero. En un comunicado oficial, el Ministerio de Comercio del país ha detallado que su reciente decisión está motivada por una solicitud presentada a finales de julio por la Asociación Láctea de China y la Asociación de la Industria Láctea de China. Estas organizaciones expresaron preocupaciones sobre las subvenciones otorgadas a los productos lácteos en la Unión Europea.
En respuesta a esta solicitud, el Ministerio de Comercio de China lanzó una invitación de consulta al Gobierno de la UE el pasado 7 de agosto, para abordar los asuntos relacionados con esta investigación antisubvenciones. Posteriormente, se llevaron a cabo consultas entre las autoridades chinas y de la UE el 14 de agosto para discutir los detalles pertinentes de la investigación en curso.
China ya había advertido que «tomará las medidas necesarias para salvaguardar firmemente los derechos e intereses legítimos» de su país tras los aranceles que Bruselas impuso sobre sus coches eléctricos.
En concreto, los aranceles impuestos por Europa van desde el 17,4% al fabricante BYD, hasta el 38,1% a SAIC, pasando por un 20% para Geely. En el último año, China vendió 10.000 millones de euros en coches en la Unión Europea, duplicando su cuota de mercado hasta el 8%.