El BCE sale al rescate de Europa: aumenta el programa de compra de deuda en 500.000 millones
El BCE vuelve a actuar. La institución que dirige Christine Lagarde se ha ajustado al guión previsto y ha anunciado nuevas medidas para contener los efectos de la segunda ola del coronavirus en la eurozona. El BCE ha ampliado su programa de compras de emergencia por la pandemia (PEPP) en 500.000 millones de euros, hasta un total de 1,85 billones, y lo prolonga hasta marzo de 2022.
El Consejo de Gobierno del BCE también ha decidido extender en un año, hasta finales de 2023, el plazo de reinversión de los fondos que se obtengan de los vencimientos de todos los activos comprados al amparo del programa. El organismo con sede en Fráncfort mantiene sin cambios los tipos de interés de referencia para sus operaciones de refinanciación en el 0%, mientras que la tasa de facilidad de depósito continuará en el -0,50% y la de facilidad de préstamo, en el 0,25%.
La tercera gran medida del paquete aprobado por el banco central en su última reunión del año hace referencia al tercer programa de operaciones de financiación a largo plazo con objetivo específico (TLTRO-III). Estaba previsto que el programa finalizara en marzo de 2021 tras siete rondas, pero el BCE ha decidido que se realizarán otras tres adicionales entre junio y diciembre del año que viene.
Además, aunque el BCE no ha modificado la remuneración que obtendrán los bancos por pedir prestado, sí ha extendido el periodo de condiciones favorables en doce meses, hasta junio de 2022. También ha elevado desde el 50% al 55% de su cartera de crédito elegible el volumen total de préstamos que pueden solicitar los bancos. No obstante, para incentivar a los bancos a que mantengan el nivel de préstamos actual, estas nuevas condiciones de préstamo solo estarán disponibles para las entidades que alcancen un nuevo objetivo de créditos.
La otra medida destacada del BCE es la extensión por un periodo de nueve meses, hasta junio de 2022, del plazo durante el cual los bancos podrán presentar activos con más riesgo (de peor calidad) y ‘bonos basura’ como colaterales (garantía) en las operaciones de liquidez. En relación con la liquidez, el BCE llevará a cabo cuatro rondas adicionales de sus subastas de liquidez extraordinaria para paliar los efectos de la pandemia (Peltro). Las siete subastas previstas en el programa habían finalizado a principios de diciembre.
Recuperación débil
El Banco Central Europeo (BCE) también ha actualizado sus previsiones macroeconómicas para la zona euro. La institución anticipa una recuperación más débil de la economía en 2021 debido al impacto de la segunda ola del coronavirus, y espera que la recuperación comience en 2022.
En concreto, el BCE contemplan una caída del PIB en 2020 del 7,3%, inferior al descenso del 8% anticipada en septiembre, aunque para 2021 la entidad pronostica un crecimiento del 3,9%, por debajo del rebote del 5% previsto anteriormente. Sin embargo, de cara a 2022, el BCE prevé un rebote del 4,2% del PIB, frente al anterior 3,2%, mientras que para 2023 espera un crecimiento del 2,1%.
«En general, los riesgos que rodean las perspectivas de crecimiento de la zona del euro siguen inclinados a la baja, pero se han vuelto menos pronunciados», ha dicho la presidenta del BCE, Christine Lagarde, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE.
En cuanto a la evolución de los precios, el BCE pronostica que la tasa de inflación de 2020 llegue al 0,2%, una décima menos de lo esperado en septiembre, para subir al 1% en 2021 y al 1,1% un año después. En 2023, la tasa de inflación de la zona euro sería del 1,4%, aún lejos del objetivo de estabilidad de la institución.
«En general, nuestras medidas, junto con las adoptadas por los gobiernos nacionales y las instituciones europeas, siguen siendo esenciales para respaldar las condiciones de los préstamos bancarios y el acceso a la financiación, en particular para los más afectados por las ramificaciones de la pandemia», ha dicho Lagarde.
El Ibex pierde los 8.200 puntos
El Ibex 35 ha respondido al paquete de medidas del BCE con caídas en el entorno del 0,15% pasadas las 14.00 horas. Poco después, los números rojos se ampliaron por encima del 1%, lo que llevó al índice español a perder los 8.200 puntos con lo que comenzó la sesión de jueves.
Por su parte, el rendimiento del bono español a 10 años subía ligeramente desde los mínimos históricos del 0,002% que marcó antes de la reunión. Este descenso del bono se ha reflejado también en la subasta del Tesoro Público de este jueves, que ha colocado 921 millones de euros en un bono a 10 años a un interés marginal del -0,016%, la primera rentabilidad negativa de esta referencia de toda la historia.