Crisis bancaria

Banco Sabadell promete al BCE estudiar una fusión europea y limpiar el balance

Banco Sabadell promete al BCE estudiar una fusión europea y limpiar el balance
Jaume Guardiola, Josep Oliu y César González Bueno
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Banco Sabadell ha logrado frenar la presión del BCE tras la ruptura de las negociaciones de fusión con BBVA con una serie de promesas. La primera es el cambio de equipo, algo que va de suyo cuando llega un nuevo consejero delegado y que empezó a cumplir este mismo jueves. Además, ofrece al supervisor poner «guapo» al banco (una limpieza de balance más profunda, una mejora de la eficiencia y venta de activos si es necesaria) y estudiar a medio plazo una posible fusión transfronteriza con otra entidad europea, según fuentes conocedoras de la situación.

El Banco Central Europeo apoyaba totalmente la operación BBVA-Sabadell, ya que siempre ha defendido las fusiones para crear bancos más eficientes como solución a la falta de rentabilidad del sector. Por eso, la ruptura de las conversaciones no le gustó nada y planteó al banco presidido por Josep Oliu la necesidad de buscar otra operación o bien de reforzarse para seguir en solitario, aseguran las fuentes.

Ante este planteamiento, Sabadell podía responder con varias opciones, pero descartó dos de plano: otra fusión en España, que solo podría ser con Santander (quien no está por la labor) o de nuevo con BBVA en peores condiciones todavía, y una ampliación de capital que diluiría a sus accionistas ahora que empiezan a recuperar las pérdidas en bolsa de los últimos años.

Así las cosas, ha prometido una serie de acciones con las que espera contentar al supervisor que preside Christine Lagarde. La primera es una renovación completa de la estructura y el organigrama del banco tras el fichaje de César González-Bueno como consejero delegado en lugar de Jaume Guardiola y la renuncia de Josep Oliu a ser presidente ejecutivo. Esta reorganización no ha dejado grandes sorpresas de momento, salvo la conocida salida del director financiero, Tomás Varela -relevado por el de Bankia, Leopoldo Alvear, que no tenía sitio en la fusión con CaixaBank- y la del jefe de banca privada, Pedro Dañobeitia, adelantada por OKDIARIO.

Reforzar el balance y reducir costes

La segunda es poner «guapo» al banco, lo que significa mejorar su balance y su eficiencia. Esto implica dotar más provisiones para dotar la morosidad, los activos asjudicados que sigue arrastrando de la crisis inmobiliaria y el más que probable aumento de los impagos que provocará el covid, si bien mitigados por el traspaso de muchos clientes a los créditos avalados por el ICO (práctica generalizada en la banca española).

¿De dónde va a sacar el Sabadell los recursos para estas provisiones sin debilitar su capital? En primer lugar, acaba de liquidar el EPA (esquema de protección de activos) con el que compró la CAM (Caja de Ahorros del Mediterráneo) en 2012 y todavía le quedan 250 millones por cobrar antes de fin de año. Además, tiene la generación de resultados que espera que mejoren conforme avance el ejercicio gracias a la subida de tipos de los bonos y a la recuperación económica, que algún día llegará.

En todo caso, para mejorar la rentabilidad es imprescindible un aumento de la eficiencia, es decir, reducir costes. Y sin una fusión, eso solo es posible embarcándose en un proceso de reducción de plantilla y oficinas del estilo de los emprendidos por Santander y BBVA (o el que acometerá CaixaBank tras la fusión). Ya ha anunciado 1.800 bajas voluntarias, pero todo apunta a que serán necesarias muchas más.

Vender activos y una posible fusión europea

Si, aun así, sigue sin ser suficiente, tendrá que vender activos. El más obvio es el británico TSB -un pozo sin fondo de recursos que nunca ha entrado en beneficios-, por el que ha recibido ofertas muy alejadas de lo que pide Sabadell. Sin embargo, ayer reiteró en un comunicado que «no se va a iniciar ningún proceso de venta en un futuro próximo» ya que confía en que logre ser rentable este año. Es decir, espera que el BCE le permita no tener que venderlo y que se dé por satisfecho con las medidas anteriores.

La última promesa de Sabadell, siempre según las fuentes, es la más llamativa: descarta una fusión en España pero se ha comprometido, si es necesario, a estudiar una posible operación transfronteriza con otra entidad europea. Sabadell querría dejarlo en una mera «alianza», pero el BCE sí que es inflexible en este punto: solo quiere fusiones.

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