El Banco de España avisa de que el paro seguirá aumentando durante el próximo año
El Banco de España ha modificado sus previsiones macroeconómicas, alertando de que se puede producir una caída del PIB de hasta el 12,6% este año, en contra del «optimismo» que tiene el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y sus ministros al hablar de la situación económica del país. Aunque lo más preocupante será la evolución del desempleo.
Si en junio el supervisor financiero avisaba de que el paro se reduciría en 2021 y en 2022, en el informe que ha dado a conocer este miércoles avisa, en todos los escenarios, de que en 2021 habrá más parados que en 2020, un año que ha sido negro para el mercado laboral español.
Según el Banco de España, «en el segundo trimestre del año, la tasa de desempleo experimentó un aumento menos pronunciado del que cabría haber esperado a tenor de la evolución del paro registrado, en un contexto de un descenso significativo de la población activa, que, con elevada probabilidad, se habría debido a un efecto estadístico por el que un amplio contingente de trabajadores que perdieron su empleo habría sido clasificado como personas inactivas, dada la ausencia de oportunidades de búsqueda activa de un puesto de trabajo durante el tiempo de confinamiento».
Y advierte de lo siguiente: «En el período de proyección se asume que esta disminución de la población activa revierte gradualmente. Dadas las sendas proyectadas para esta variable y para el empleo, la tasa de paro aumentaría significativamente este año (hasta el 17,1 % de la población activa en el escenario 1 y hasta el 18,6% en el escenario 2) y también en 2021, antes de comenzar a descender en 2022 (período en el que, en media anual, se situaría en el 18,2% y el 20,2% en un escenario y otro)».
Lo importante es la tendencia que marca. En el escenario más benévolo del organismo que gobierna Pablo Hernández de Cos, el paro pasa del 17,1% en 2020, al 19,4% en 2021, al 18,2% en 2022. Es decir, que en 2022 el paro será superior aún al de este año con una crisis sin precedentes en las últimas décadas. En el peor escenario del Banco de España, en 2020 el paro pasaría del 18,6%, al 22,1% en 2021, al 20,2% en 2022. En cambio, en junio -tras el confinamiento- el organismo vaticinaba que el paro tocaría techo en el 19,6% este año, pasaría al 18,8% el año que viene y se quedaría en el 17,4% en 2022.
No tener miedo a los ERTE durante un «tiempo prolongado»
Ante este escenario, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha afirmado este miércoles que «probablemente» el Gobierno tenga que mantener los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) durante un «tiempo prolongado» y que no hay que tener miedo a dicha extensión temporal.
En su intervención en la Junta Directiva de la CEOE, Hernández de Cos ha puesto como ejemplo lo que hizo Alemania en la anterior crisis económica, donde los ERTE se prolongaron en algunos casos durante dos años, informa Europa Press.
«No estoy diciendo que aquí haya que prolongarlos durante dos años», ha precisado Hernández de Cos, que ha añadido que si existe un diagnóstico de que un determinado sector, por la perturbación que está sufriendo, va a tener una pérdida de renta temporal, mantener el ERTE ayuda a preservar ese tejido productivo, sin perjudicar la economía.
En su opinión, los ERTE deberían focalizarse en mayor medida dado que la crisis sanitaria no está afectando por igual a todas las actividades, pero más que sectorialmente, cree que dicha focalización debería realizarse «casi» a nivel de empresa, pues hay sectores, como el turístico, donde te encuentras con hoteles cerrados y, en frente, hoteules abiertos y prácticamente llenos.
El gobernador también ha defendido que los ERTE no pueden ser el único instrumento al que recurran las empresas y que se debe asegurar el «correcto funcionamiento» de los diferentes mecanismos de flexibilidad laboral que tienen disponibles las empresas en la legislación.
Así, ha afirmado que los ERTE «no son la solución» para aquellas empresas que perciban que los efectos de la crisis no son temporales, sino estructurales, de forma que tienen que tener a su disposición mecanismos de flexibilidad que les permitan acometer ajustes más estructurales.
En paralelo a todo ello, el gobernador ha resaltado el papel fundamental de las políticas activas de empleo para aquellos trabajadores en ERTE que están inactivos, pues se debe evitar la descapitalización del capital humano.