Elecciones en EEUU 2020

La banca privada avisa: la incertidumbre sobre la presidencia de EEUU golpeará la economía

Donald Trump - EEUU
El presidente Donald Trump estrenando el Despacho Oval (Foto: AFP)

La incertidumbre en el recuento electoral y la división en EEUU pasará factura a la economía americana y, por lo tanto, al tratarse de una de las grandes economías del planeta, repercutirá de una manera u otra en otros países. La banca privada advierte de las consecuencias de que esta situación se extienda demasiado pese a que el Dow Jones ha abierto al alza tras unas elecciones en las que tanto Trump como Biden parecen dispuestos a pelear hasta el final en los tribunales para ocupar a partir de enero el Despacho Oval.

Manuel Maleki, economista de Edmond de Rothschild, explica que «cuanto más tiempo dure la incertidumbre sobre el nombre del nuevo presidente, mayor será el impacto en la economía» «La incertidumbre a la que nos enfrentamos hoy se parece a las elecciones presidenciales de 2000 entre el republicano George W. Bush y el demócrata Al Gore. Este último perdió en el estado de Florida por 537 votos. Este estrecho margen de diferencia llevó a los demócratas a apelar a la Corte Suprema de Florida y a la Corte Suprema de Estados Unidos. La incertidumbre duró 36 días hasta el 12 de diciembre, cuando George Bush fue declarado ganador oficial», remacha.

A su juicio, «las situaciones de incertidumbre, cuando perduran, suelen ser perjudiciales para el crecimiento económico, ya que obligan a los inversores a ser extremadamente cautelosos». «Esto se traduce a más ahorro por parte de los hogares, menos consumo, un aplazamiento de las compras importantes y muy a menudo una caída de la moral», opina. «Para las empresas, el aplazamiento de la contratación y la inversión es un comportamiento clásico e incluso puede ir acompañado de una reducción de puestos de trabajo, ya que la incertidumbre suele repercutir en las órdenes de compra», dice.

Según el economista de este banco privado, «la principal diferencia con las incertidumbres de las elecciones de 2000 es que Estados Unidos se enfrenta actualmente a una de las peores crisis de su historia debido a la Covid 19». Maleki detalla, asimismo, que el «aumento de la incertidumbre sobre el ganador de las elecciones presidenciales sería una dificultad adicional que la economía de Estados Unidos tendría que enfrentarse». Sin contar el impacto negativo en los mercados. Durante la crisis electoral de 2000, el S&P 500 cayó un 8% durante el período. Asimismo, en el mercado de bonos, el tipo a 10 años había perdido 57 puntos básicos entre el 7 de noviembre y el 12 de diciembre, del 5,87% al 5,3%.

El economista de Edmond de Rothschild concluye: «Un elemento fundamental será la duración de la incertidumbre, cuanto más dure, mayor será el nerviosismo de los inversores. Además, el impacto económico podría ser tanto más importante cuanto más tiempo se tarde en aclarar la situación».

En este mismo sentido, Keith Wade, economista jefe de Schroders, afirma que «no tener un resultado electoral claro es el peor resultado posible para la economía, ya que las esperanzas de estímulo se desvanecen». «El resultado definitivo de las elecciones de EE.UU. no se conoce todavía, pero una vez más Donald Trump ha confundido a los encuestadores ganando estados claves y repeliendo la esperada Ola Azul», dice la firma de inversiones.

Según Wade, «Joe Biden aún podría ser presidente, pero las esperanzas demócratas de ganar el Senado se están desvaneciendo». Más allá de quien ocupe el Despacho Oval, «eso significa que se vislumbra un Congreso dividido y una continuación del estancamiento que ha impedido la aprobación del último paquete fiscal para apoyar la economía afectada por el Covid-19».

Los mercados, que habían empezado a descontar un «barrido demócrata» y un importante proyecto de ley de estímulos económicos, ahora están frenando sus expectativas de crecimiento. Las estimaciones apuntaban a que una victoria demócrata podría estimular en un punto porcentual extra el crecimiento económico de EE.UU. en 2021. Otros avisaban de que la victoria de Donald Trump sería mucho más beneficiosa para la economía por su intención de proseguir rebajando impuestos.

Ahora se prevé, sea cual sea el resultado final, que continúe el status quo, con una presidencia de Trump y un Congreso dividido. Este es un resultado que descontaría menos estímulos y la reavivación de las guerras comerciales, factores que limitarían el crecimiento», dice el economista de Schroders.

Mientras tanto, podría haber una impugnación de las elecciones por parte de cualquiera de los partidos, lo que podría conllevar que no haya una imagen clara del resultado en varios días hasta que decida la Corte Suprema. Esta incertidumbre, si se prolonga, pondría en suspenso las decisiones y paralizaría parte de la economía.

Por ahora, los expertos avisan: «Ningún resultado claro es probablemente el peor resultado posible desde el punto de vista económico, ya que la incertidumbre aumenta y las esperanzas de estímulo se desvanecen».

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