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El aviso de la Seguridad Social a los jubilados mayores de 65 años que lo cambia todo

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Blanca Espada

No todos los días llegan noticias que afectan de forma directa al bolsillo de millones de personas, pero cuando la Seguridad Social se pronuncia, conviene escuchar con atención. A partir de 2024, muchos jubilados mayores de 65 años han notado un cambio en sus ingresos mensuales. No se trata de una ayuda puntual ni de una medida temporal, sino de una modificación estructural que tiene que ver con la revalorización de las pensiones tanto en el caso de las que son contributivas como las no contributivas.

Se trata de una revalorización a la alza, que afecta a más de 11 millones de personas en nuestro país y que trae consigo implicaciones importantes para quienes, tras décadas de trabajo, dependen ahora de su pensión como fuente principal (y muchas veces única) de ingresos. Pero, ¿en qué consiste exactamente esta revalorización de las pensiones en España? ¿Cómo cambia la situación de quienes superan los 65 años? ¿Y qué novedades trae el segundo pago extra anunciado para este año? Vamos a desglosarlo todo a continuación,  porque más allá de los tecnicismos, lo importante es entender cómo estos cambios repercuten en el día a día de quienes ya han alcanzado la jubilación o están cerca de hacerlo y también, de aquellos que a pesar de la jubilación todavía contemplan el seguir trabajando aunque sea de forma parcial.

El aviso de la Seguridad Social a los jubilados mayores de 65 años

Desde el 1 de enero de 2024, las pensiones contributivas (aquellas que se conceden en función de lo cotizado durante la vida laboral) se han revalorizado un 3,8%. Esto significa que todos los jubilados que cobran este tipo de pensión han visto cómo su mensualidad aumentaba de forma automática, sin necesidad de realizar ningún trámite. Aunque pueda parecer un porcentaje modesto, para una pensión media de jubilación, que se sitúa ya en 1.445,75 euros al mes, la subida representa casi 55 euros más al mes, lo que equivale a más de 750 euros anuales contando las pagas extra.

Este incremento también ha afectado a otras prestaciones contributivas como las pensiones de viudedad (con una media de 897,9 euros), así como la incapacidad permanente, orfandad o pensiones en favor de familiares.

Una mejora para las pensiones más bajas

El cambio no sólo ha beneficiado a quienes han cotizado durante años. Aquellas personas mayores de 65 años que no han podido aportar lo suficiente al sistema, o que nunca han cotizado por circunstancias diversas, también han visto cómo su pensión subía de manera considerable. Las pensiones no contributivas , que para muchos suponen una ayuda clave para quienes carecen de recursos suficientes han subido un 6,9%.

Con esta medida, las pensiones no contributivas alcanzan en 2024 una cuantía de 7.250,60 euros anuales, que se traducen en 517,90 euros al mes, repartidos en 14 pagas. Aunque aún están por debajo del umbral de muchas pensiones contributivas, el Gobierno explica que se trata de una subida que representa un avance importante en la lucha contra la pobreza en la vejez y, además, tiene un impacto directo en la reducción de la brecha de género, ya que son muchas más mujeres las que, por las condiciones laborales del pasado, acceden a este tipo de prestación, dado que por circunstancias no han podido cotizar los años suficientes, o sencillamente han pasado su vida dedicándose a las labores del hogar.

El segundo pago extra que llegará en noviembre

Al margen del aumento o revalorización de las pensiones, no podemos olvidar que los jubilados que ya han cobrado su primera paga extra este verano, pueden esperar el segundo ingreso extraordinario previsto para este mismo año. A partir del 25 de noviembre de 2024, todos los beneficiarios de pensiones contributivas (es decir, quienes reciben pensiones por jubilación, viudedad, incapacidad permanente, orfandad o en favor de familiares) recibirán una paga extra correspondiente al segundo abono anual.

Para quienes tienen una pensión de 1.200 euros al mes, por ejemplo, esta paga supondrá un ingreso adicional de 2.400 euros (en lugar de los 1.200 habituales). Este aumento responde a la revalorización aplicada a lo largo del año y se suma a los esfuerzos por compensar la pérdida de poder adquisitivo provocada por la inflación en ejercicios anteriores.

Jubilación flexible, anticipada o parcial

Por último, otro de los aspectos que está generando interés es la posibilidad de adaptar la jubilación a las circunstancias personales de cada trabajador. La Seguridad Social contempla una amplia variedad de modalidades de acceso a la jubilación: desde la jubilación anticipada voluntaria o involuntaria, pasando por la jubilación parcial o flexible, hasta la jubilación anticipada para personas con discapacidad o por trabajos considerados penosos o insalubres.

Esta flexibilidad permite que muchos trabajadores mayores de 60 años puedan planificar de otro modo su transición a la jubilación, optando por seguir trabajando parcialmente o anticipar su retirada con unas condiciones razonables, ya sea por no querer jubilarse al 100% todavía, o también se puede dar el caso de personas, que a pesar de la subida, les ha quedado una pensión que no les alcanza para llegar a final de mes.

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