El aviso de un economista sobre lo que va a pasar con el precio del aceite de oliva en 2025

El aceite de oliva, conocido como «oro líquido», es un producto esencial en muchas cocinas y una parte vital de la dieta mediterránea. Sin embargo, en los últimos años, su precio ha experimentado fluctuaciones significativas. De hecho, durante 2023, los consumidores vieron cómo el precio del aceite alcanzaba niveles récord, con el aceite de oliva virgen extra superando los 8 euros por litro en algunos puntos de venta. Esta escalada de precios generó preocupación tanto en los hogares como en la industria alimentaria, llevando a muchos a preguntarse qué iba a pasar en el futuro teniendo en cuenta que a lo largo del 2024 el precio del aceite de oliva se ha mantenido bastante por encima de lo que costaba hace apenas tres o cuatro año.

Ahora, las perspectivas para 2025 parecen más optimistas, con pronósticos que apuntan a una notable caída de precios gracias a una cosecha que podría duplicar la del año pasado. Gonzalo Bernardos, economista y profesor de la Universidad de Barcelona, ha compartido recientemente su análisis sobre esta situación. Según el experto, la recuperación en la producción de aceitunas permitirá que el precio del aceite de oliva regrese a niveles más accesibles, beneficiando a millones de consumidores. Pero ¿qué factores influyen en estas predicciones? ¿Cómo puede un cambio en las cosechas transformar el mercado del aceite de oliva? A continuación vamos a analizar a fondo el aviso del economista y lo que podría significar para el bolsillo de los consumidores en 2025.

Qué va a pasar con el precio del aceite de oliva en 2025

Para entender lo que podría suceder en 2025, es esencial analizar las causas de la subida de precios en años anteriores. Uno de los principales factores fue la reducción drástica en la producción de aceitunas debido a condiciones climáticas adversas. En 2022 y 2023, la producción de aceitunas cayó un 55% respecto a su promedio habitual, según datos del Ministerio de Agricultura.

La sequía prolongada en regiones clave como Andalucía, responsable de más del 40% de la producción mundial, fue determinante. A esto se sumaron las heladas de mayo y la falta de lluvias en meses críticos como julio y agosto, lo que impactó negativamente en los rendimientos de las cosechas. Estas circunstancias llevaron a un desequilibrio entre oferta y demanda, disparando los precios al consumidor.

El pronóstico de Gonzalo Bernardos

Gonzalo Bernardos, economista y habitual colaborador en medios de comunicación, ha sido enfático en sus predicciones: el precio del aceite de oliva bajará de manera significativa a partir de enero de 2025. Algo que viene vaticinando desde finales del verano y basándose en la expectativa de una cosecha excepcionalmente buena para la campaña 2024-2025. De hecho llegó a decir que podría alcanzar 1.700.000 toneladas, el doble de la producción registrada el año anterior.

Según Bernardos dijo en LaSexta el pasado mes de agosto la bajada de precio del aceite de oliva será más que evidente en unos meses.  Y explicaba que todo era gracias a las lluvias registradas durante el verano en Andalucía a las que tenemos que sumar las de este otoño. De este modo, se lograría una nueva cosecha con mayor producción lo que servirá para aliviar la presión sobre los precios, permitiendo que el aceite se estabilice de nuevo con precios más bajos.

 

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Cómo afectará la cosecha al precio del aceite

El impacto de una cosecha abundante es directo: con mayor disponibilidad de aceitunas, las almazaras podrán producir más aceite, aumentando la oferta y reduciendo los precios. Además, ya se ha observado un descenso en el coste en origen, es decir, el precio que los productores pagan por las aceitunas, lo que eventualmente se traduce en un menor precio final para los consumidores.

Las promociones en supermercados también jugarán un papel crucial en esta tendencia. Las principales cadenas ya han comenzado a ajustar sus precios, ofreciendo el aceite de oliva a menos de 7 euros por litro en algunas regiones, y se espera que estas ofertas sean aún más frecuentes en 2025.

Recomendaciones del economista para los consumidores

Aunque el escenario parece alentador, Bernardos lanza una advertencia: no es necesario acumular grandes cantidades de aceite en casa. Según el economista, los precios seguirán bajando durante 2025, por lo que comprar lo justo y necesario será suficiente para beneficiarse de las próximas reducciones.

¿Se repetirá esta situación en el futuro?

El mercado del aceite de oliva es altamente dependiente de las condiciones climáticas, lo que lo hace vulnerable a fluctuaciones. Mientras que 2025 promete ser un año de alivio, la incertidumbre climática sigue siendo una preocupación. Los agricultores y economistas coinciden en que es necesario implementar medidas sostenibles para garantizar una producción estable en el futuro, como la gestión eficiente del agua y la diversificación de cultivos.

En definitiva, aunque el precio del aceite de oliva parece encaminado a una notable reducción, esta situación subraya la importancia de planificar a largo plazo en un sector tan estratégico como el del aceite de oliva.