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Sánchez necesita 20.000 millones más que hace cinco años para evitar la quiebra de las pensiones

El Gobierno presume de superávit en las pensiones pero esto se debe a las aportaciones de los Presupuestos

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Carlos Ribagorda

El Gobierno de Pedro Sánchez insiste en presumir de que el sistema de pensiones está saneado y en que registra superávit de 3.000 millones de euros gracias a la mejora del empleo y a la subida de los ingresos por las cotizaciones a la Seguridad Social. Pero la realidad de las cifras es contundente: este año el sistema recauda un 33% más que en 2019, el gasto es también un 33% superior al de 2019, pero las transferencias del Estado de dinero de los Presupuestos Generales han crecido un 290%. Esas transferencias son imprescindibles para tapar el agujero real de la caja de la Seguridad Social. De lo contrario, no se sostendría.

Sánchez cuadra las cuentas de las pensiones aportando en lo que va de año 30.577 millones, mientras que en 2019 las transferencias del Estado a la Seguridad Social fueron 10.570 millones. Es decir, el Gobierno necesita inyectar a la caja de las pensiones 20.000 millones más que hace cinco años.

De acuerdo con los datos publicados por el Ministerio de Seguridad Social, de enero a julio de este año el sistema de pensiones ha ingresado 95.660 millones de euros. De enero a julio de 2019, antes de la pandemia y primer año completo de Sánchez en el Gobierno, la Seguridad Social ingresó 71.745 millones. El incremento es el citado 33%, gracias al aumento de afiliados y a la subida del 0,7% de las cotizaciones sociales -llegará al 1,2% en 2029 para pagar la pensión a los baby boomers-.

En cuanto al gasto, el sistema dedicó de enero a julio de este año 104.382 millones de euros en pagar las pensiones contributivas y no contributivas, frente a 78.376 millones de 2019. La diferencia es también el citado 33%. El motivo, la decisión de Sánchez de subir todas las pensiones con el IPC , lo que ha disparado los gastos hasta cifras récord.

Ingresos y gastos suben por tanto en la misma proporción. La diferencia está en lo que aporta el Estado a las pensiones de dinero procedente de los Presupuestos Generales. Son ingresos de la Seguridad Social que no provienen de las cotizaciones sociales y que le sirven para afrontar gastos o pagar prestaciones. Este año la aportación del Estado ya supera los 30.577 millones de euros, frente a los 10.570 millones de 2019.

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Elma Saiz, ministra de Seguridad Social.

Es la realidad de los datos que publica el Ministerio. Y es lo que también ha recalcado públicamente en alguna ocasión Cristina Herrero, presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). «Los buenos datos que estamos conociendo en las pensiones se deben a las aportaciones económicas del Estado», dijo en noviembre pasado. «No es una opinión, es un dato. Es un dato que buena parte del saldo positivo de las pensiones se produce por las transferencias del Estado», subrayó.

Herrero dejó claro que no era una cuestión exclusiva de Sánchez. «Ya se hacía antes», dijo. Pero ahora con este Gobierno es cuando se están disparando las aportaciones del Estado y los créditos extraordinarios a la Seguridad Social.

Gracias a eso, el Gobierno puede presumir de incrementar la llamada hucha de las pensiones -que agotó prácticamente el PP en su anterior mandato por la grave crisis económica- y de superávit en el sistema. Pero lo cierto es que nadie descarta que se tengan que volver a subir las cotizaciones sociales o contener las pensiones para no dinamitar el sistema, como alertó Bruselas en un reciente informe.

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