El 'Pepito Grillo' de la banca

Aristóbulo de Juan: «La flexibilidad concedida a los bancos por el covid oculta problemas de solvencia»

Aristóbulo de Juan: «La flexibilidad concedida a los bancos por el covid oculta problemas de solvencia»
Aristóbulo de Juan, ex director general del Banco de España
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Aristóbulo de Juan es toda una institución en el mundo bancario. Ha trabajado en el sector más de 50 años, con un paso destacado por Banco Popular. Fue llamado por el Banco de España para poner en marcha el Fondo de Garantía de Depósitos y arreglar la crisis bancaria de los años 80 (en España tenemos una larga trayectoria de crisis bancarias). Acaba de publicar ‘De bancos, banqueros y supervisores’ (Deusto), donde repasa toda su trayectoria. A sus 90 años, no tiene pelos en la lengua -en realidad, nunca los ha tenido- a la hora de criticar lo que no le gusta de los bancos… y para advertir de la que se nos puede venir encima con las medidas excepcionales de la pandemia.

PREGUNTA: La tesis general es que los bancos no tienen problemas de solvencia como en 2012, pero el propio BCE cree que la falta de rentabilidad y la morosidad aplazada por la pandemia puede provocar problemas de solvencia. ¿Comparte esta advertencia?

RESPUESTA: La solvencia la mide el capital, el capital es el patrimonio y el patrimonio es  el activo -bien valorado- menos el pasivo. Yo soy escéptico sobre los índices de capital establecidos por Basilea II y III, porque tienen varios componentes que no considero capital, como es el caso de los fondos de comercio, entre otros. Y porque están basados en un valor de los activos atribuidos por las propias entidades, que no siempre son transparentes. Aun con estos índices generosos, los bancos españoles están en la cola de la UE en capitalización. También pienso -como el BCE- que la “flexibilidad” concedida a los bancos por la pandemia puede permitir ocultar legalmente problemas de solvencia.

P: ¿Cree que están suficientemente provisionados para ese repunte de la morosidad? Los bancos han reducido provisiones masivamente en el primer trimestre en contra de las advertencias del supervisor.

R: Cuando cese dicha flexibilidad regulatoria puede aflorar en no pocos bancos una fuerte morosidad, con la consiguiente necesidad de dotar fuertes provisiones.

P: ¿Las fusiones son tan necesarias como nos dicen? ¿No hay otra forma de mejorar la rentabilidad? ¿Y es imprescindible despedir a tanta gente? ¿Pueden provocar exclusión financiera?

R: Las fusiones son útiles si resuelven problemas de solvencia, siempre que la entidad resultante quede con una buena capitalización real -no contable- y una gestión fuerte. Fusionar por un afán de crecimiento o con el fin de capitalizar contablemente los fondos de comercio -que no son capital real- es un grave error. Una asignatura pendiente para mejorar la rentabilidad, a pesar de las mejoras ya habidas, es una rigurosa mejora de la eficiencia, incluyendo reducción de sucursales, plantillas. Eso sí, con sentido de la medida y reducción también de remuneraciones desproporcionadas.

P: ¿Qué operaciones de concentración ve factibles en España tras Caixa-Bankia y Unicaja-Liberbank y el fracaso de BBVA-Sabadell?

R: La verdad, no veo muchas. Entre otras cosas, porque las grandes entidades fusionadas son muy difíciles de gestionar y de supervisar con rigor.

P: ¿Cree usted que los tipos de interés deberían empezar a subir o es imposible en la situación económica actual? Y si no suben, ¿los bancos nos van a freír a comisiones para compensar los bajos márgenes de intereses?

R: Yo creo que los tipos de interés comenzarán a subir, pero no inmediatamente. Mientras tanto, una fuerte mejora de la eficiencia es la principal receta. Las comisiones también ayudan, pero siempre con sentido de la medida y por servicios realmente prestados con coste.

P: ¿La crisis de 2012 se cerró en falso con el rescate? ¿Fue la mejor opción o habría sido preferible dejar quebrar las cajas? 

R: Pienso que sí se cerró en falso. Sólo se aceptaron 42.000 millones de euros, cuando se nos ofrecían 100.000. Se quiso evitar un rescate más duro como contrapartida. Pero rescate hubo. Cerrar todas las cajas insolventes en una crisis sistémica habría sido peor. Pero las fusiones frías de varias cajas en una sola, en base a diagnósticos optimistas, que se compensaban con la cobertura de pérdidas que surgieran mucho más tarde, dejaba en los balances un fuerte volumen de activos improductivos, cuya financiación sí tenía un coste real.

P: Estamos viendo estos días el fracaso de Sareb y la probable salida de los bancos de su capital tras perderlo todo. ¿Se pudo haber hecho mejor?

R: Los ‘bancos malos’ pueden ser una buena solución cuando se limpian bien los activos tóxicos, en términos de volumen y precio. Este no fue el caso de la Sareb. Dejó una parte de aquellos activos y compró a un precio alto, que dificulta su liquidación sin pérdidas. Y su estructura de capital fue inadecuada.

P: En su amplia experiencia, ¿quién ha sido el mejor banquero que ha conocido y por qué? ¿Y el peor?

R: Para mí, el mejor banquero que conocí fue Luis Valls Taberner. Para elegir el peor, habría que repasar la lista de los bancos que quebraron en las últimas décadas.

P: Le pregunto lo mismo por el Banco de España: ¿Quién ha sido el mejor gobernador? ¿Por qué? ¿Y el peor? 

R: Para mí, los mejores gobernadores fueron aquellos con los que conviví: Álvarez Rendueles, Mariano Rubio y Luis Ángel Rojo, por su inteligencia, arrojo y solidez. Sobre aquellos con los que no conviví, no opinaré.

P: ¿Cómo cree que van a acabar los procedimientos judiciales que involucran a la banca en la Audiencia Nacional? Me refiero a BBVA-Villarejo y a Popular.

R: El tema Villarejo no lo estoy siguiendo. En el tema Popular, yo creo que Santander puede perder algunos pleitos, por falta de transparencia de las cuentas del Popular y por las formas del procedimiento.

P: En este sentido, ¿cree que hay que cambiar la gobernanza de los bancos españoles, que sigue dominada por los presidentes ejecutivos salvo excepciones? ¿Qué medidas habría que tomar?

R: La gobernanza es un problema de cultura y difícil de controlar. Por tanto, de lenta mejoría. La supervisión está ahora basada en la gobernanza,  en sustitución de la valoración de los activos mediante inspecciones in situ.  Yo creo que es un serio error no inspeccionar la valoración de los activos efectuados por las propias entidades.

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