Aprende a invertir en el Mercado Alternativo de Bolsa

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Bolsa de Madrid (Foto: EFE).

Las pequeñas y medianas empresas conforman la mayor parte del tejido empresarial del país: representan prácticamente el 99% del total de compañías y emplean aproximadamente a ocho de cada diez trabajadores. Ahora bien, por el hecho de ser de un tamaño menor, muchas veces tienen más complicaciones para financiarse y encontrar inversores que las grandes.

Para solucionar este problema, existe el Mercado Alternativo de Bolsa. En él, empresas de menor capitalización que las que encontramos  habitualmente en bolsa cotizan y pueden conseguir accionistas. Para facilitar la obtención de recursos, existe una regulación específica. Actualmente, existen veinte empresas cotizando en este mercado.

¿Qué aporta estar presente en el Mercado Alternativo de Bolsa?

Las empresas que deciden entrar en este mercado lo hacen por los siguientes motivos:

  • Financiación: es una de las pocas formas que tienen de conseguir el capital necesario para poder desarrollar las inversiones planificadas y expandirse.
  • Publicidad: el hecho de estar presentes en este mercado transmite la imagen de empresa dispuesta a arriesgar y que está segura que el plan de desarrollo fijado se cumplirá.
  • Obliga a profesionalizar la gestión: el hecho de tener que rendir cuentas con los inversores y presentar toda una serie de informes y requisitos para poder formar parte del mercado, les impulsa a operar de una forma más parecida a otras empresas de tamaño mayor.
  • Permite al inversor acceder a un tipo de empresas distinto: es un mercado dirigido especialmente a personas con poca aversión al riesgo. Hay que tener en cuenta que son pymes de un tamaño menor a las grandes corporaciones. Por lo tanto, el riesgo de la inversión es alto. Ahora bien, si al final se consigue el objetivo, la rentabilidad obtenida puede llegar a ser muy importante.

¿Qué problemas presenta el Mercado Alternativo de Bolsa?

Algunos de los aspectos por los cuales este mercado recibe críticas son los siguientes:

  • Poca liquidez: aunque se están haciendo esfuerzos al respecto, no es tan fácil como en el mercado bursátil habitual retirar la inversión que se ha realizado. Este hecho genera incertidumbre en muchos inversores.
  • Altos costes: participar en este mercado significa hacer frente a unos costes muy elevados que obligan a conseguir altas rentabilidades para compensarlo.
  • Cierta inexperiencia: hay que tener en cuenta que las empresas que copan este mercado no disponen de los mismos recursos que las de tamaño mayor. Por lo tanto, las posibilidades de verificar si la idea de negocio es adecuada o no son menores. Entraña, por lo tanto, un mayor riesgo para el inversor.
  • Malas experiencias con empresas que cotizan: ha habido algunos fracasos sonados que han tenido una gran repercusión, como los de Gowex o Suávitas. Ello ha generado una mala imagen del mercado y la sensación que las empresas que cotizan en él no son del todo fiables.

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