El apoyo de Hernández de Cos, clave en que el PP propusiera a Cabrales como consejero del Banco de España
El respaldo del gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, a la decisión del Partido Popular de situar como nuevo consejero de la institución y miembro de la comisión ejecutiva al economista Antonio Cabrales fue clave para seguir adelante con el plan y rematar la negociación entre Cuca Gamarra, secretaria general del partido, y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que fue el encargado por la Moncloa de cerrar el acuerdo. Aunque los nombramientos en el consejo de gobierno del banco central son a propuesta del ministro de Economía de turno -en este caso la vicepresidenta Nadia Calviño-, existe la obligación, aunque sin carácter vinculante, de informar al responsable de la entidad, y esto es lo que hizo el PP previamente, sin obtener objeción alguna por parte de Hernández de Cos, que apreció su notable currículum, su pertenencia al mundo de la academia, su ausencia de militancia en formación política alguna así como su carácter independiente.
Todo esto sucedió a lo largo del fin de semana pasado, antes de que se conociera, a partir de este lunes, que el señor Cabrales fue uno de los firmantes en su día de un manifiesto en apoyo a Clara Ponsatí, fugada de España junto al ex presidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont con motivo del llamado ‘procés’, tras el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 y el golpe de Estado posterior -que acabó con la intervención de la Administración catalana a cargo del entonces presidente Mariano Rajoy-. Cabrales también estampó su firma en un escrito de solidaridad con el ex consejero catalán de Economía Andreu Mas-Colell, procesado por presunta malversación de dinero público para promover el ´procés´ en el extranjero, apoyó al actual presidente Sánchez frente a las críticas sobre las irregularidades cometidas en su tesis doctoral, y participó como colaborador en la agenda 2050, una suerte de programa sobre cómo debería ser España en los próximos treinta años.
Sorprendentemente, ninguno de estos extremos y pronunciamientos por parte del señor Cabrales -claros, notorios y fácilmente comprobables habiendo mostrado un mínimo interés por quien iban a postular como candidato ni más ni menos que al consejo de Gobierno de banco central español- eran conocidos por el PP, y en particular por Cuca Gamarra -encargada de las negociaciones-, según aseguran fuentes del partido. Tampoco el candidato los adujo cuando se le presentó la invitación, pero son los que precipitaron su renuncia el mismo martes, seis horas después de haber sido nombrado en consejo de ministros y por supuesto antes de haber tomado posesión. Tampoco al parecer las conocía el gobernador Hernández de Cos, cuyo visto bueno fue providencial para que el PP siguiera adelante con sus planes.
Ninguna de las partes implicadas, ni el PP ni el propio gobernador repararon -o en su caso dieron escasa importancia- a que Cabrales sea un experto en economía matemática, en la llamada teoría de los juegos, y que haya hecho incursiones académicas en asuntos relacionados con la educación, especialidades todas ellas muy alejadas de lo que son las tareas de la comisión ejecutiva del banco emisor, donde se discute de las cuestiones relacionadas con la supervisión del sector financiero y la política monetaria en general, sobre las que el señor Cabrales está por completo ayuno de conocimientos.
Desde luego que, en lo que respecta a esta cuestión, se trata del mismo caso de Judith Arnal, la otra consejera del Banco de España nombrada a propuesta del Gobierno, que es técnico comercial del Estado, igualmente inexperta en política monetaria y, adicionalmente, jefa de Gabinete de la vicepresidenta Nadia Calviño hasta diciembre pasado, además de amiga personal -lo que echa por tierra cualquier clase de afán por la independencia del candidato y avala el nepotismo que está acostumbrado a practicar este gobierno tanto en los órganos reguladores como en las empresas públicas. De hecho, la propuesta realizada por el Gobierno -que ha roto con el reparto tradicional de los puestos del banco emisor entre el partido al frente del Ejecutivo y el de la oposición- no ha sido bien acogido por el responsable del Banco de España. Simplemente, ha sido aceptado como un trágala, según las fuentes consultadas.
Una vez consumado el fiasco, y destrozada por la realidad la propuesta, el PP presentará en los próximos ideas un nuevo candidato para ocupar el puesto al que renunció el señor Cabrales. «Lo vamos a hacer ya, lo más rápido posible, para que pueda ser aprobado en el Consejo de Ministros del próximo martes y la cuestión quede definitivamente zanjada», aseguran los medios consultados en la dirección de Génova. «Ya lo hemos hablado con el ministro de la Presidencia y no ha puesto ninguna pega para cerrar el caso cuanto antes», apuntan.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, tiene un interés especial en que el candidato que postule el partido y finalmente se apruebe esté al margen de la disputa política, tenga un prestigio académico contrastado y lo más alejado posible de la estrategia de colonización de las instituciones que ha puesto en marcha el Gobierno, y que de acuerdo con el máximo responsable de la oposición es una de las principales fracturas que está infligiendo el presidente Sánchez al país. Está claro que este objetivo no ha sido posible a través del señor Cabrales por falta de diligencia en la supervisión del candidato, «por eso vamos a dedicar el mayor trabajo posible y todos los esfuerzos para que el error no se repita», indican los citados medios.