Los analistas señalan que Telefónica logrará ahorros anuales de entre 200 y 400 millones tras el ERE
El ERE anunciado por Telefónica el lunes ha sido bien recibido por los analistas que siguen el valor. La opinión generalizada es que es necesario para incrementar la eficiencia y que saldrá hasta 500 millones más barato que el último plan de reducción de plantilla. Donde hay más discrepancia es en los ahorros de costes que conseguirá, donde las estimaciones oscilan entre 200 y 400 millones al año.
El anuncio no ha sorprendido, ya que la propia Telefónica había reconocido que iba a acometer este proceso y se estimaba que afectaría a unos 2.500 empleados. Lo que no se esperaba es que se hiciera mediante la figura del Expediente de Regulación de Empleo y no con un plan de suspensión individual (PSI), como en las ocasiones anteriores.
Hacerlo de este modo tiene dos ventajas, a juicio de los analistas. La primera es que tendrá un menor coste que los planes anteriores: «En 2021, el plan de salidas afectó a 2.700 empleados y supuso una provisión de 1.500 millones. En este caso, la previsión será menor, ya que las condiciones serán ligeramente inferiores», opina GVC Gaesco. La opinión mayoritaria es que el coste se situará en torno a 1.000 millones, aunque variará en función del número definitivo de bajas. Banco Sabadell eleva su estimación a 1.160 millones.
La segunda ventaja es que «el ERE permite un recorte de plantilla más específico, en aquellas áreas donde realmente hay actividades redundantes (principalmente relacionadas con el apagado de la red de cobre), mientras que el PSI es voluntario y se basa en la edad de los empleados, por lo que no siempre encaja con las necesidades laborales de Telefónica», según Kepler, que también cree que tendrá un coste inferior a las anteriores reducciones de plantilla.
Ahorro permanente
Estas medidas tienen un coste elevado inicial, que afectará al resultado de Telefónica en 2024 (el ejercicio en que se ejecutará); Bankinter estima que esos 1.000 millones equivaldrán al 27% del beneficio antes de impuestos de la compañía en 2023. A cambio, la operadora conseguirá una reducción permanente de sus gastos de personal, que suponen el 14% de los ingresos de la misma, según Sabadell.
De nuevo, el impacto definitivo dependerá del número definitivo de personas que salgan, pero la estimación más baja es de 200 millones anuales. GVC Gaesco la eleva hasta 230 millones, y añade otros 200 de posibles ajustes en otras filiales dentro del perímetro de España, de la corporación y en las unidades globales que dependen de ella. Bankinter es el más optimista, puesto que ofrece una previsión de 400 millones anuales de ahorros.
A pesar de esta opinión positiva, los expertos creen que Telefónica quizá se ha quedado corta y que debería haber ido más lejos en la reducción de personal. Es la opinión del Sabadell, para quien la medida tendrá un «impacto limitado dado el número de empleados potencialmente afectados».
El plan estratégico presentado recientemente también dejó una sensación parecida entre los inversores: está bien, pero podía haber ido más lejos. En todo caso, hay unanimidad en que Telefónica necesitaba un recorte de costes en España en un entorno cada vez más competitivo, como advierte Renta 4, y donde podemos ver una próxima guerra de precios provocada por los nuevos dueños de Vodafone.