Ampliación de capital y derechos de suscripción
Para afrontar determinadas inversiones, las empresas precisan de un mayor capital del que disponen. Endeudarse puede ser una opción, pero no siempre es la preferida. Por un lado, implica tener que afrontar un coste de financiación que limita el margen de beneficio. Por otro, puede que no se haya obtenido tal financiación por estar ya soportando otro tipo de deudas o por la negativa de la entidad financiera al respecto.
En este caso, las compañías se ven obligadas a abrir las puertas a nuevos accionistas que aporten su dinero. Esta operación recibe el nombre de ampliación de capital. Para que se pueda llevar a cabo, debe de ser aprobada por el Consejo de Administración de la empresa y también por la Junta General de Accionistas.
¿Qué es un derecho de suscripción preferente?
Cuando ocurre una ampliación de capital, los accionistas de la empresa, si no acuden a ella, sufren una pérdida de su poder en la compañía. A igual número de acciones, si éstas crecen, se reduce su posición relativa. Por ese motivo, uno de los derechos inherentes en toda acción es el de suscripción preferente. Significa que los accionistas actuales pueden adquirir nuevas acciones hasta llegar al mismo porcentaje de propiedad que tenían antes de la ampliación.
¿Cómo funciona una ampliación de capital?
En el momento que ocurre la ampliación de capital, el accionista puede escoger, de acuerdo a sus necesidades, entre distintas opciones:
· No acudir a la ampliación de capital: en este caso, el accionista mantiene la misma cantidad de acciones que tenía y acepta la pérdida de su capacidad de decisión. Entonces, los derechos de suscripción son puestos a la venta.
· Adquirir nuevos accionistas a partir de los derechos correspondientes: el accionista considera que la inversión a realizar será positiva por la empresa y, por ese motivo, decide acudir a la ampliación. Por lo tanto, mantendrá el mismo porcentaje de participación en la compañía que con anterioridad.
· Vender los derechos: el accionista consigue dinero líquido a partir del valor de sus derechos en bolsa. En cambio, pierde poder decisorio en la empresa. Es una opción que permite obtener un ingreso rápido y al momento.
· Acudir a la ampliación pero no con la totalidad de los derechos: el inversor vende parte de los derechos y, con este dinero líquido, puede adquirir parte de las nuevas acciones de la ampliación. Es una opción intermedia: sí incrementa el número de acciones en sus manos pero, en cambio, pierde parte de su capacidad de decisión en la empresa.
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