Alerta autónomos: se confirma el giro de 180 grados. Nada volverá a ser igual con las facturas
El proceso de emisión de facturas sufrirá grandes cambios por las nuevas regulaciones impulsadas por el Ministerio de Economía
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A partir de 2025, se implementarán cambios significativos en la gestión de facturas, en línea con la Ley 18/2022, también conocida como Ley Crea y Crece, y el plan europeo VAT in the Digital Age (ViDA). Este nuevo marco normativo exigirá que todas las empresas y autónomos emitan facturas electrónicas, abandonando los formatos tradicionales como PDF, Excel o Word. La ley, en vigor desde septiembre de 2022, tiene coo objetivo modernizar la administración fiscal, reducir la morosidad y garantizar una mayor transparencia en las operaciones comerciales.
Desde julio de 2024, las grandes empresas que facturan más de ocho millones de euros anuales deben adoptar la facturación electrónica. Para las PYMEs y autónomos que facturan menos de esa cantidad, la obligatoriedad comenzará en 2026. Las facturas deberán ser generadas y enviadas a través de plataformas homologadas, con formatos estandarizados como XML CII, UBL, EDIFACT o Facturae. Las sanciones por incumplimiento varían desde multas de 150 euros por documento incorrecto hasta penalizaciones de hasta 10.000 euros para infracciones graves.
El cambio en las facturas en 2025
A partir de 2025, el proceso de emisión de facturas sufrirá cambios significativos debido a nuevas regulaciones impulsadas por el Ministerio de Economía. Las tradicionales facturas en formato PDF serán reemplazadas por un sistema de facturación electrónica. Esta transformación obligará a todos los trabajadores por cuenta propia a adoptar nuevas prácticas de emisión de facturas.
El cambio principal implica que las facturas deberán ser generadas y transmitidas en formato electrónico, cumpliendo con requisitos técnicos específicos establecidos por la normativa. Las facturas ya no podrán ser emitidas en PDF, sino que deberán ser procesadas a través de plataformas de facturación electrónica autorizadas.
Además, todas las facturas emitidas deberán ser enviadas en copia a la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) para su registro y control. Este cambio busca mejorar la eficiencia y el control fiscal, facilitando la supervisión y el análisis de la documentación tributaria.
Las empresas y autónomos tendrán dos opciones para cumplir con estas nuevas exigencias: utilizar plataformas privadas certificadas para el intercambio de facturas o optar por la solución pública de facturación electrónica, gestionada directamente por la Agencia Tributaria.
La transición hacia este nuevo sistema se tendrá lugar a lo largo de 2025 y 2026, durante los cuales se espera que las empresas y autónomos se adapten a los cambios. Esta adaptación puede implicar inversiones en infraestructura, nuevos gastos y ajustes en los procesos operativos, lo que representa un desafío significativo para el sector.
Nueva cuota de autónomos
Por otro lado, a partir del 1 de enero de 2025, el sistema de cotización de los autónomos en España experimentará una transformación significativa con el objetivo de aumentar la equidad entre los trabajadores autónomos, ajustando las cuotas a los rendimientos netos reales.
Este nuevo sistema, que ya se introdujo en 2023, se aplicará plenamente en 2025 y organiza las bases de cotización en 15 tramos, que van desde menos de 670 euros hasta más de 6.000 euros al mes. Los autónomos deberán reportar su previsión de ingresos a la Seguridad Social, que les asignará un tramo de cotización.
A lo largo del año, podrán ajustar su base de cotización hasta seis veces en función de sus ingresos reales. La regularización de cuotas se realizará de manera retroactiva mediante la Declaración de la Renta, permitiendo ajustar el tramo de cotización si se detectan discrepancias.
Tramos
Para el próximo año, los autónomos con rendimientos netos inferiores a 8.040 euros verán una reducción en sus cuotas, disminuyendo a 200 euros en la base mínima. Otros autónomos también podrán beneficiarse de cuotas menores, que oscilarán entre 220 y 260 euros, dependiendo de sus ingresos y tramo de cotización.
En contraste, aquellos que generen ingresos superiores a 1.700 euros mensuales experimentarán un aumento en sus cuotas. Aunque las cuotas para rendimientos netos entre 1.125,90 y 1.300 euros se mantendrán o solo disminuirán ligeramente, los autónomos con ingresos superiores a 1.700 euros y que coticen por la base mínima verán un incremento de entre 30 y 90 euros mensuales, lo que equivale a un aumento anual de entre 360 y 1.080 euros.
Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI)
Además del ajuste en las cuotas de los autónomos, se implementará un aumento en el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), una cotización adicional a la Seguridad Social sin contraprestación directa. Este MEI, que tiene como objetivo garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones ante el envejecimiento de la población trabajadora, se aplicará progresivamente hasta alcanzar un 1,2% en 2029.
En 2025, el MEI será del 0,8%, que los autónomos deberán abonar en su totalidad, mientras que las empresas contribuirán con un 0,67% y los trabajadores con un 0,13%. Este porcentaje irá incrementando anualmente hasta 2030, manteniéndose en el 1,2% desde entonces hasta 2050.
En definitiva, en 2025, España experimentará importantes cambios en la cotización de autónomos y en la gestión de facturas. Los autónomos cotizarán según sus ingresos reales, con ajustes retroactivos basados en la Renta. Además, deberán emitir facturas electrónicas y enviarlas a la Agencia Tributaria para mejorar la transparencia y el control fiscal.