pese a las nuevas restricciones por ómicron

Airbus recibe una avalancha de pedidos y ya ve signos de recuperación en las aerolíneas

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El fabricante europeo Airbus, que en las últimas semanas ha recibido un aluvión de pedidos de aviones, ve signos de que las compañías aéreas están resurgiendo de la crisis provocada por el coronavirus, aunque la recuperación se centre por ahora en las líneas de corto recorrido y la variante ómicron puede implicar nuevas restricciones, como ya he sucedido en algunos países europeos por el aumento de los casos positivos por Covid-19.

Su consejero delegado, Guillaume Faury, considera en una entrevista publicada este domingo por Le Journal du Dimanche, que esos contratos «son un signo fuerte» en un momento en que «las compañías aéreas empiezan a emerger de la crisis y a preparar el futuro».

Faury hace notar que la renovación de las flotas constituye un elemento «determinante» para que las aerolíneas puedan reducir sus emisiones, y esa es precisamente una de las tendencias a las que van a tener que ajustarse en los próximos años.

El pasado jueves, el fabricante aeronáutico europeo ganó una doble batalla frente a su eterno rival, Boeing, al hacerse con dos encargos de clientes habituales del grupo estadounidense. Primero fue la aerolínea australiana Qantas la que anunció que tiene intención de comprar 40 aviones Airbus de sus familias de pasillo único A320 y A220 y también de formalizar opciones de compra por otros 94 aparatos para reemplazar en un plazo de más de diez años los Boeing 737-800 y los Boeing 717 que utiliza actualmente en su red interior.

Pocas horas después, el grupo Air France-KLM presentó un encargo de 100 aviones de la familia A320 de Airbus, que se acompaña de una carta de intenciones por otras cuatro aeronaves en versión de carga del modelo A350.

Nuevas restricciones

Pese a todo, Faury insiste en mostrarse prudente porque la situación «sigue siendo frágil, como lo muestran las nuevas restricciones y la variante ómicron». Además, aunque el sector empieza a dejar atrás el choque de la pandemia, hace hincapié en que en los próximos años habrá nuevos retos como son el aumento de la cadencia de producción y la descarbonización de la actividad.

De hecho, preguntado sobre sus prioridades para 2022, el consejero delegado de Airbus responde en primer lugar mantener el objetivo de cero emisiones porque es consciente de que «si no conseguimos resolver este problema, las presiones sociales y reglamentarias van a ser cada vez más fuerte». Por el contrario, si se obtienen resultados, «el avión se convertirá en el modo de transporte ideal».

Airbus, en plena recuperación, está embarcado en una serie de proyectos de investigación para disminuir las emisiones de dióxido de carbono, y en particular el avión de hidrógeno, que espera que pueda ser una realidad en el horizonte de 2035.

Sobre los problemas de aprovisionamiento en componentes que sufren otros sectores industriales, Faury explica que las manufacturas aeronáuticas trabajan con volúmenes relativamente reducidos y se organizan en profundidad para detectar cualquier problema.

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