Mercado laboral

Las agencias privadas de empleo vaticinan una nueva oleada de despidos tras el final de los ERTE

Yolanda Díaz másters
Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, en el Congreso

La creación de empleo que se observará en los datos oficiales en junio y julio serán sólo un efecto estadístico. La patronal de las agencias privadas de empleo, Asempleo, prevé que en los meses de junio y julio se siga creando empleo como sucedió en mayo, cuando la afiliación media a la Seguridad Social creció en unas 97.500 personas.

Sin embargo, esta institución explica que la razón es la siguiente: la prolongación de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) por fuerza mayor ligados a la pandemia y su desvinculación del estado de alarma «contribuirá a paliar el efecto estadístico sobre el empleo». Los trabajadores en ERTE se consideran ocupados, aunque no estén trabajando.

Sin embargo, las tasas de creación de empleo interanuales seguirán siendo negativas durante todos el año, con descensos del 3,8%, del 4% y del 4,3% para los meses de junio, julio y agosto, respectivamente, de acuerdo con las previsiones de esta patronal.

Además, Asempleo estima que la cifra total de ocupados se moverá entre los 19,2 y los 19,1 millones en junio y julio y bajará de los 19 millones en agosto, lo que supondrá entre unos 800.000 y un millón de empleos menos que los existentes un año antes.

Para Asempleo, la regulación de los ERTE es «el principal elemento de incertidumbre» en el mercado de trabajo, ya que ve «muy probable» que su final se traduzca en un descenso de la ocupación y un aumento del paro, pues «muchas empresas no serán capaces de reabsorber a todos sus empleados» llegado el momento.

Eso sí, teniendo en cuenta que se espera una nueva extensión temporal de los ERTE en algunos sectores muy castigados por la crisis, como el comercio y la hostelería (el plazo de finalización de los ERTE llega ahora en términos generales hasta el 30 de junio), Asempleo prevé que se destruya menos empleo de lo esperado a lo largo de 2020.

Aún así, avisa de que las tasas interanuales serán negativas durante todo el ejercicio como consecuencia del fuerte ajuste que sufrió el empleo en marzo, cuando la crisis sanitaria causó un recorte de la afiliación superior a las 800.000 personas.

«Los sectores que más rápido ajustaron sus plantillas al inicio de la pandemia son también los que, haciendo uso de la contratación temporal, están contribuyendo más a la recuperación. Cabe esperar que, a medida que se avance en normalizar el funcionamiento de la economía, esta tendencia se mantenga», subraya el presidente de Asempleo, Andreu Cruañas.

Cruañas insiste en que ve muy probable que una parte de los casi tres millones de trabajadores que están actualmente en un ERTE no puedan reincorporarse a su puesto después del 30 de junio. «Este flujo de salida de la ocupación pesará en las cifras de la segunda mitad del año», avisa.

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