Las administraciones frenan el cierre de organismos públicos pese al aumento del déficit
Las administraciones provinciales y locales -ayuntamientos, cabildos, diputaciones, mancomunidades…- han frenado el cierre de organismos y entes públicos en lo que llevamos de año, evitando así un importante ahorro de costes, pese al incremento del déficit y el desplome histórico del PIB. A 30 de junio, y según los datos del Ministerio de Hacienda conocidos este viernes, en España quedan 17.214 entidades adscritas a estas administraciones, apenas 20 menos que a 31 de diciembre de 2019.
De estas entidades, Hacienda distingue entre lo que son entes principales y otros dependientes, como fundaciones, asociaciones o consorcios, más ‘prescindibles’. Teniendo en cuenta éstas últimas, el número de entes dependientes de las corporaciones locales a 30 de junio es de 4.229, sólo 22 menos que a cierre de 2019. Barcelona, cuya alcaldesa es Ada Colau, es la ciudad que más entes tiene, con 50, seguida de Sevilla.
Esto significa que el ritmo de desaparición de organismos públicos provinciales y locales se ha reducido en lo que llevamos de año, pese al incremento del déficit público provocado por el coronavirus. En los seis primeros meses han dejado de estar adscritos a las administraciones locales un 0,5% de los entes, porcentaje que en el conjunto sería -al mismo ritmo- de un 1%. En 2019 este porcentaje fue del 2,4% -111 en número-, un 2,2% en 2018 -105- y en 2017, un 1,8% -89-. En 2016 se redujeron un 3,2% -158- y en 2015, un 5,2% -273-.
Según refleja el informe de Hacienda, «Barcelona, Sevilla y Reus son los ayuntamientos con más entidades dependientes, con 50, 37 y 24 respectivamente. Entre las Diputaciones Provinciales, Cabildos y Consejos Insulares, los que cuentan con más entes dependientes con el Cabildo Insular de Tenerife con 41 y la Diputación Foral de Vizcaya con 35, mientras que de la Diputación Provincial de Soria tan sólo depende una entidad».
Rajoy
El número de entidades dependientes de ayuntamientos y diputaciones ha ido creciendo desde 1996 hasta alcanzar su máximo en 2009, con 6.391. Desde entonces se ha ido reduciendo lentamente y todavía existen más que en 1996.
Cuando llegó Mariano Rajoy al poder, en enero de 2012, puso en marcha una política de cierre de estos organismos públicos como parte de su política de reducción de costes para hacer frente a la crisis anterior. Rajoy llegó al Gobierno con un déficit de más del 9%, lo que le obligó a tomar esta decisión para agilizar la estructura pública y eliminar gastos. Fundaciones, empresas públicas y asociaciones fueron su objetivo.
La llegada al poder de Pedro Sánchez ha mantenido de momento esta política, hasta este primer semestre del año. De hecho, en el primer trimestre del año estaban registradas dos entidades más que a cierre de 2019, el primer incremento en años.
La reducción de estas entidades se antoja básica en estos momentos, cuando de nuevo el déficit público se ha vuelto a disparar. Hasta junio, el descuadre de las cuentas se ha multiplicado por cinco y supera ya el 4,3%. La previsión de los organismos nacionales e internacionales, y del propio Gobierno, es que aumente por encima del 10%, cifra superior a la máxima de la crisis anterior, en 2011.