Elimina aparcamientos

Tras el ‘adiós’ de Nissan, las motos: Ada Colau pone en peligro otros 5.000 empleos en esta industria

Ada Colau
Ada Colau, alcaldesa de Barcelona.
Carlos Ribagorda

No es sólo el posible ‘adiós’ de Nissan a Cataluña. Otros 5.000 empleos están en peligro en este sector por las decisiones que están tomando Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, y su número dos en el Ayuntamiento y responsable de Urbanismo, Janet Sanz. La teniente de alcalde declaró a finales de abril que «era el momento de reconvertir el sector del automóvil y evitar que se reactive», indignando al sector. Ahora, ha anunciado que eliminará 43.000 metros cuadrados de aparcamiento para las motos en las aceras, y ampliará los carriles bici.

Mientras Nissan apunta a que cerrará su planta de Barcelona y la Generalitat le pide «lealtad», los ‘comunes’ de Colau ponen trabas desde el Ayuntamiento a un sector clave en Cataluña y en el resto de España. Todo el sector pidió a la concejal que dimitiera por sus palabras de finales de abril, sin suerte. Pocos días después, anuncia restricciones para el uso de la moto, al cerrar aparcamientos y ampliar los carriles bici de grandes avenidas, como la calle Valencia.

«Cataluña es el 40% de las matriculaciones de motos en España, más de 50.000 unidades el año pasado. Es un mercado clave para fabricantes e industria auxiliar. Unos 5.000 empleos dependen de este sector», aseguran fuentes de la industria.

Fabricantes

Al ser el primer mercado de España, una parte importante de la producción se concentra en Cataluña. Allí están fabricantes como Montesa-Honda, GasGas, Rieju, Silence, Beta Trueba, Sherco, o Vertigo, además de decenas de empresas auxiliares, como J Juan, Galfer, Shad, Yasuni, Ng y otras.

Sanz y su concejal de Movilidad, Rosa Alarcón, señalaron este miércoles en rueda de prensa que «tenemos que romper el concepto de puerta a puerta de las motos. Cuando coges una moto, tienes que pensar dónde aparcarás. Y pensar que tendrás que ir a un parking». Una declaración de intenciones para el sector, que temen que desincentive su uso y afecte a las ventas. «Todavía no cobramos a las motos por aparcar en el espacio público», añadieron, apuntando a que podrían empezar a cobrar por dejar la moto en la calle.

La preocupación de la industria de las dos ruedas es extensible a la de los coches, más aún con la situación de Nissan. La número dos de Colau aseguró incluso a finales de abril que «los trabajadores del sector tienen que trabajar en sectores más limpios». «En definitiva lo que quieren es echar al vehículo privado de las calles, y eso es un drama para la industria», explican fuentes del sector.

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