Los 3 riesgos de la recuperación económica
Las distintas voces que clamaban por la consolidación de un Gobierno a cualquier precio parecen estar de enhorabuena. No han sido pocas las veces en las que los políticos han intentado convencer a sus ciudadanos sobre la importancia de la formación de un Ejecutivo que dirigiese la economía aún cuando sin ningún patrón dirigiendo el barco hemos sido capaces de seguir mejorando tanto en crecimiento como en empleo, incluso quien sabe si en mejor medida.
A los políticos se les acabaron las excusas para hacer que España siga creciendo en la misma medida en la que venia haciéndolo. Si bien, muy a pesar de los nuevos gobernantes no todo lo que esta por venir va a ser beneficioso para las finanzas de los españoles y por lo tanto creo que es altamente aconsejable andar con pies de plomo.
Si finalmente España consigue mejorar tanto su estructura macroeconómica como microeconómica nos podemos ver inmersos en tres efectos colaterales como consecuencia del descontrol monetario que desde el Banco Central Europeo nos han hecho ser partícipes. La actuación de sus burócratas en los últimos años se ha asemejado más a la de una alocada impresora de billetes que a la de una institución responsable y esto puede desembocar en fatales consecuencias en un futuro si se producen las tres siguientes situaciones:
- En caso de seguir mejorando la capacidad adquisitiva de todos los españoles podríamos vivir una situación de elevadas tasas de inflación si el consumidor decide no destinar parte de sus ingresos al ahorro y gastar su sueldo en la misma medida a la que estábamos acostumbrados en los tiempos anteriores a la crisis actual. Esto es especialmente perjudicial para aquellos que responsablemente hayan decidido ahorrar parte de su renta, ya que tendrán que ver como van perdiendo su capacidad adquisitiva. Incluso si este decide invertir sus ahorros será difícil encontrar productos financieros cuya rentabilidad supere a la inflación creándose el incentivo perverso de meternos en inversiones de alto riesgo.
- Vuelta a la burbuja del crédito. Si el BCE se mantiene en la línea actual, situando los tipos de interés a niveles irrisoriamente bajos, las probabilidades de que los ciudadanos se abalancen sobre los bancos para pedir créditos de manera desmesurada e irresponsable son bastante altas. Por otro lado, las entidades correrán el riesgo de conceder créditos a clientes de dudosa solvencia que puedan desembocar en impagos repitiéndose la situación vivida en el año 2008. El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, dicen. Es esperanzador el hecho de que determinados bancos parezcan haber aprendido la lección. Ana Rubio, head economist del BBVA hacía mención a lo anteriormente escrito en uno de los videos publicados de manera periódica por parte de BBVA Research. Parecía entonces consciente del riesgo que implica el actual nivel de los tipos de interés. Esto no es un problema que involucre sólo a las familias endeudadas y a los bancos, y es que actualmente la deuda de España supera el 100% del PIB. Y eso lo van a tener que pagar, claro está, sus ciudadanos.
- Esquizofrenia en los mercados financieros. Parece que los inversores se han hecho adictos a las inyecciones de liquidez y las bolsas no se mueven si no es al compás de la voz de Mario Draghi y sus dos letras favoritas: QE. Han conseguido generar una situación donde lo importante ya no es encontrar compañías llenas de valor y de proyección sino que ahora lo importante es jugar a adivinar hacia donde se va a dirigir la política monetaria. La bolsa sigue moviéndose en una línea entre los 8.300 y los 9.000 puntos sin más alzas o bajas que las provocadas de manera artificial por las actuaciones del BCE. Además de todo esto, los bonos del tesoro se parecen más a un cartucho de dinamita a punto de explotar que a un activo financiero. Quién sabe si tendremos en ellos la causa de la siguiente burbuja económica.
El lector todavía está a tiempo de sobrevivir a la siguiente catástrofe generada por los juegos de alquimia llevados a cabo por los banqueros centrales controlando sus finanzas de manera responsable, haciendo uso del tan recomendado como impopular ahorro. Un ahorro que algunos piden sobre los políticos pero luego son incapaces de aplicar en primera persona. En lugar de ello, acceden al crédito barato con el objetivo de financiar vacaciones en Cancún pagadas con sólo un 2,5% de interés sin más objetivo que el de presumir frente al vecino tal y como veníamos acostumbrados a hacer.
Tomás Piqueras es coordinador local de Students For Liberty
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