Análisis

¡Tenemos un Gobierno “calimocho”!

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. (Foto: EFE)

“La civilización descansa en el hecho de que todos nos beneficiamos de un conocimiento que no poseemos. Y una de las maneras en que dicha civilización nos ayuda a superar esa limitación en la extensión del conocimiento individual, consiste en superar la ignorancia no mediante la adquisición de un mayor conocimiento, sino mediante la utilización del conocimiento que ya existe ampliamente disperso”. Friedrich August von Hayek

¿Les gustan los adjetivos? ¡A mí sí! Ciertamente me he decantado académicamente por las ciencias, en particular ¡por mi querida ciencia económica! Pero admito que siempre me ha seducido, quizás por mi sensibilidad, el amor por las artes. Creo que la literatura en su conjunto tiene la facultad de enamorar, pero las letras son tan explicativas en sí mismas, que recomiendo a veces pararse a reflexionar, sobre la semántica, etimología o, simplemente, la propia naturaleza de las palabras, especialmente ¡los adjetivos!

En ello estoy pensando en el preciso momento que escribo, ésta; mi tribuna de opinión semanal. Pienso en un adjetivo, ¡en lo que es genuino! Genuino, para mí es una maravillosa palabra, de aquellas que poseen magia per se… Es un adjetivo que explica lo que conserva con total pureza o autenticidad sus características propias o naturales. De ahí que aquellas cosas genuinas tengan tal magia, esa que las hace tan especiales. Lo genuino es admirable y respetable, pero ¡ojo! Según qué mezclas, no son buenas compañeras. Qué gran diferencia hay, entre catar un vino excelso de nuestra querida tierra o desechar tal exquisito manjar, mezclándolo con cola, para hacer un tinto de verano. Fascinante tal vez para aquellos pocos que aprecian como manjar lo “vulgar”, pero un sin sentido para los que nos esforzamos por apreciar la calidad de lo genuino… Lo fascinante de la pureza y la autenticidad.

De eso hoy, les voy a hablar. De la diferencia entre lo genuino y lo cogido con pinzas. Le podemos llamar tinto de verano, “calimocho” o Gobierno Frankenstein, pero las cosas  hechas con pedazos, suelen terminar ¡hechas pedazos! El caos se ha sumido nuevamente en el mercado de deuda, tras la absurda, ilógica e irresponsable decisión del ejecutivo italiano.

El gobierno “tano” ha hecho un Tsipras en toda regla, bajo un acuerdo que no define nada y absolutamente a nadie, que simplemente sirve para “gritarle” a Europa, que de contención del gasto ¡nada de nada! Populismo al poder, señores. Pero, eso sí, dejándonos muy claro que parece no comprenderse aquello tan simple, de que si eres irresponsable con las exigencia de tu acreedor y encima pierdes y debes dinero; ¡tienes un grave problema!

¿Acaso creen que el gobierno Italiano se ve capacitado para cumplir con sus compromisos financieros, en estas condiciones? ¡Los mercados jamás se hacen esperar! y nuevamente el BCE, se dispone a sacar la “chequera” de todos los contribuyentes, para frenar la sangría que hemos visto en el mercado de deuda. La prima de riesgo subiendo un 20% y el MIB de Milán; ¡palmando un 4%! Bancos afectados por las pérdidas latentes en su cartera de bonos y Merkel, probablemente con un ataque de ansiedad, al ver que “lo del sur” es más un problema que una solución. ¡Cada día entiendo más a los del Brexit!

Y bueno… Esperemos que en España, entre Masters, fraudes fiscales y tesinas de “copia y pega”, se den cuenta de una vez, que el verdadero problema no está en esta olla de grillos de mal gusto, en la que se ha convertido nuestro parlamento. El problema está en la pérdida de genuinidad política. Nuestros líderes están más preocupados de ver hacia dónde sopla en viento, que de sacar adelante este país. ¿Acaso nadie se ha dado cuenta de la enorme paradoja del centro mediático actual? Tal vez si los políticos obtienen certificaciones académicas a cambio de dinero y las tesinas de algunos se hacen siguiendo el patrón de cortar y pegar, ¿no tenemos un problema en el modelo educativo?

Si nuestros ministros defraudan al fisco, por los excesivos y abusivos impuestos directos; ¿acaso no tenemos un grave problema sobre nuestro más que obsoleto modelo fiscal? Si las huchas de la seguridad social se vacían; ¿no se debe por el exceso de gente parada? Quizás si en lugar de continuar con ese vulgar postureo político, se sentaran a analizar y a evaluar los verdaderos problemas de nuestro país, se darían cuenta que aquello de lo que se les está acusando, es precisamente causa-efecto de un defecto, que ellos mismos podrían solucionar, pero ¿les interesa? En sus manos está la capacidad de reformar el sistema educativo y el modelo fiscal. Quizás sea complicado comprenderlo, pero podrían o al menos eso creo, darse cuenta de que ¡existe un gravísimo problema sobre la creación de incentivos!

Como decía Hayek, nuestro esfuerzo consiste en superar la ignorancia, no mediante la adquisición de un mayor conocimiento, sino mediante la utilización del conocimiento que ya existe ampliamente disperso. Puesto que ¡nuestra sociedad sólo avanza con incentivos! Y las bolsas… Nuevamente resentidas por este ataque constante a la incompetencia política. Esperemos que Italia no siente cátedra y que este gobierno “calimocho”, asuma que lo que necesitamos, no es un debate sobre si es peor comprar un Master o plagiar una Tesina.

Si me permiten; ¡a mi eso me importa un bledo! Pero sí me importa, y muchísimo que no se atrevan a destrozar este maravilloso país a golpe de mediocridad, y echar por tierra los esfuerzos que todos y cada uno de nosotros hacemos diariamente. Debido a que el debate señores, consiste ni más ni menos que en cumplir las obligaciones para con nuestros acreedores y cambiar este modelo de Estado hacia el incentivo privado, más que hacia el intervencionismo de un liderazgo, que cada día se manifiesta indiscutiblemente más incompetente.

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