Ábalos contará con el capital privado para invertir en carreteras
El Ministerio de Fomento recurrirá al capital privado para complementar la inversión pública en carreteras, según ha asegurado el titular del Departamento, José Luis Ábalos. De esta forma, «continuará» con el Plan Extraordinario de Carreteras de 5.000 millones y con concurrencia de inversión privada que hereda del anterior equipo.
«Como muestra de las certidumbres que queremos aportar a las empresas, asumimos sus planteamientos», ratificó. «Pero actuaremos con transparencia y eficiencia del gasto público», advirtió.
El ministro ha avanzado su disposición a «poner orden» en el presupuesto de inversión en carreteras con el fin de priorizar la conservación, al considerar que se ha visto reducida en los últimos ejercicios. Considera que el plan extraordinario no se puede poner de forma inmediata en marcha, dado que aún resta procedimiento y «escollos» que superar para que arranque.
Así, explicó que, a pesar de que el plan se anunció hace un año, en julio de 2017, y desde entonces se han «realizado diversos anuncios a lo largo y ancho de la geografía española y a cuantagotas sobre las actuaciones que incluye, la realidad es que hasta el pasado 31 de mayo no se había licitado ningún contrato».
El plan depende de solucionar detalles técnicos
El ministro indicó que el inicio del plan depende de solucionar distintos detalles técnicos, la atribución de los registros de demanda y «desbloquar algún de otro escollo, en especial con otros ministerios».
«El grado de madurez de los proyectos es menor del que se nos había vendido», sintetizó Ábalos en su primera comparecencia parlamentaria. Así, avanzó que su objetivo en este ámbito pasa por que las actuaciones que se incluyan en el plan «se conjuguen» con la inversión presupuestaria en carreteras.
«La combinación de ambas herramientas, inversión directa y colaboración público-privada, implicarán una programación coordinada de todas las actuaciones a desarrollar», detalló.
El plan extraordinario de carreteras que dejó el anterior Gobierno contempla una inversión total de 5.000 millones a tres años con el fin de construir o mejorar veinte tramos de autovías, que suman 2.000 kilómetros de longitud, y posteriormente explotarlos y mantenerlos durante treinta años.
El programa se costeará mediante el denominado sistema de pago por disponibilidad. En virtud de este modelo, las constructoras que se adjudican las obras adelantan los recursos necesarios para su construcción, que posteriormente recuperarán cobrando un canon anual de la Administración durante el periodo de explotación de la vía. No obstante, contará también con fondos europeos y financiación del BEI.