Quiere mutualizar riesgos

El Gobierno promueve la fusión de cajas como la de Pablo Iglesias con un cambio fiscal para los MIP

Caja de Ingenieros
La cooperativa de crédito, Caja de Ingenieros

Seis años después del rescate financiero, completar la reestructuración de las cajas rurales y cooperativas de crédito sigue siendo una asignatura pendiente del Gobierno. A este grupo de entidades pertenece Caja de Ingenieros, cuyo nombre se ha hecho conocido para el gran público por la hipoteca que ha concedido a Pablo Iglesias.

Las cooperativas de crédito son entidades pequeñas, pero en los peores años de la crisis económica contaron con los recursos suficientes para no tener que pedir ayudas públicas. En un contexto complicado, el Ministerio de Economía decidió aplazar la remodelación de ese sector que representa cerca del 6% del sector financiero español. Pero el ex ministro del ramo, Luis de Guindos, quiso dejar atada su reestructuración antes de abandonar el cargo.

Así, en junio de 2017, el Gobierno aprobó un Real Decreto para incentivar la fusión de estas pequeñas entidades y fortalecer su balance. Para ello, se crearon los denominados Mecanismos Institucionales de Protección (MIP). Una figura que buscaba mutualizar los riesgos de estas entidades concentrando las decisiones en una sociedad de cabecera.

Casi un año después, el MIP no ha servido para incentivar las fusiones, entre otros motivos, porque debido a un error de forma, las entidades temen que al acogerse a este mecanismo puedan verse obligadas a tributar dos veces en el Impuesto de Sociedades.

Para corregir este fallo, el Ejecutivo ultima un cambio en la normativa fiscal que entrará en vigor coincidiendo con la aprobación de los Presupuestos de 2018. El objetivo es que el MIP no penalice con un doble impuesto a las cooperativas de crédito y cajas rurales que decidan acogerse a él para iniciar la consolidación del sector, según confirman a OKDIARIO fuentes próximas al Ministerio de Economía.

Solventes, pero pequeñas

En España, hay 43 cooperativas de crédito asociadas en UNACC (Unión Nacional de Cooperativas de Crédito) y entre ellas, figura la catalana Caja de Ingenieros. Todas juntas acumulan 98.397 millones de euros en activos y una cartera de 6,4 millones de clientes.

En su balance conjunto, figuran 55.197 millones de euros en créditos y 77.030 millones de euros en depósitos. Un dato significativo, ya que el llamado loan to deposit (relación entre préstamos y depósitos) que tantos problemas acarreó a la banca durante la crisis financiera es muy favorable para estas entidades. Gracias a ello, pudieron pasar inadvertidas en la reestructuración bancaria española.

También les ayudó el hecho de no depender de los mercados financieros para desarrollar su negocio. Aunque algunas de ellas, como la Caja de Ingenieros, cuentan con titulizaciones hipotecarias, ninguna de ellas cotiza en Bolsa. Algo que, en última instancia, penaliza la profesionalización y transparencia del sector.

Por estos motivos, el Gobierno quiere que estos grupos financieros, que están supervisados por el Banco de España y no por el BCE, avancen hacia su consolidación. Con cooperativas y cajas grandes se espera que el sector afronte con mayor fuerza posibles crisis futuras.

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