Verstappen está dispuesto a todo para ganar: «Echar a alguien de la pista es mentalidad de ganador”
El agresivo estilo de Max Verstappen es parte de su sello de identidad. Sin embargo, le ha causado ya algún problema con alguno de sus colegas de parrilla. Nada que le importe al holandés, que tiene muy claro que hará lo que sea necesario para ser campeón del mundo.
Así lo ha afirmado en una entrevista concedida en su país, donde hablando de Michael Schumacher, ve lógicas ciertas maniobras del alemán con el título en juego: “Schumacher hacía todo lo que podía para ganar, incluso echar a alguien de la pista. Esa es la mentalidad de un ganador”, afirma sin escrúpulos Verstappen, que además recuerda haber pasado unas vacaciones con el genio alemán -su padre fue compañero de él-. “Pasamos unas vacaciones juntos cuando yo tenía cuatro o cinco años. Recuerdo algunas cosas. Solo era un niño y jugué con su hijo Mick, que es un poco más joven que yo. Fue todo muy tranquilo y con muchos juegos”.
Volviendo a la Fórmula 1, Verstappen cree que uno de los secretos de su éxito es que confía totalmente en sus posibilidades, así como en su talento. “Creo que siempre debes creer en ti mismo o será mejor que te quedes en casa. Si no crees en sus habilidades, entonces no sirve de nada hacer nada. El objetivo es ser el mejor. Pero si realmente lo soy, tengo que probarlo primero y espero tener la oportunidad de hacerlo más a menudo en el futuro”.
Precisamente este talento es el que ha provocado que muchos comparen a Verstappen con Senna, algo que por un lado no hace gracia al de Red Bull, aunque por otro le agrada. “En realidad, no quiero que me comparen con nadie. Es más importante ser uno mismo. Pero, por supuesto, es bueno que lo hagan. Significa que algo estás haciendo bien. No me importa demasiado. En Fórmula 1, un día eres un héroe y al siguiente puedes ser un idiota. Yo vivo el momento”.
Verstappen también tiene palabras de elogio tanto para Helmut Marko, el asesor deportivo de Red Bull, y para Daniel Ricciardo, su compañero en el seno de la escudería energética. “En Barcelona, en 2016, en mi primera victoria, Helmut aprovechó la oportunidad y me puso en un Red Bull. Las opiniones estaban divididas, pero ganamos al momento y eso fue muy bueno. Helmut es casi un segundo padre para mí y creo que él también lo ve así. Siempre quiere lo mejor para mí. Él lo ve todo. No se le escapa ningún detalle. Si hago una buena carrera, es feliz, pero también es sincero conmigo y me dice ‘eso no estuvo bien’. Con Daniel la relación es extremadamente buena. Es un competidor en la pista, pero nos tratamos con mucho respeto. Difícilmente se verá en el ‘paddock’ otra buena relación entre compañeros”.