Abierto de Australia

Garbiñe, contra su némesis Pliskova… y Conchita

Conchita Martínez, entrenadora de Pliskova, pondrá a prueba el buen momento de Garbiñe Muguruza

Garbiñe Muguruza se ha enfrentado en nueve ocasiones a Pliskova con un balance de dos victorias y siete derrotas

Garbiñe Muguruza
Garbiñe Muguruza celebra un punto en el Abierto de Australia. (AFP)
Miguel Zorío

Garbiñe Muguruza se enfrentará en octavos de final a Karolina Pliskova, su némesis. La checa es una de las rivales que peor se le dan a la española. Se han enfrentado en nueve ocasiones con un balance de dos victorias y siete derrotas para la pupila de Sam Sumyk. Además, en este Abierto de Australia, está entrenada por Conchita Martínez, una persona que conoce bastante bien a la española.

De la mano de la ex tenista, Garbiñe consiguió su primer Wimbledon y lo hizo venciendo a Venus Williams por 7-5 y 6-0 en la final de 2017. Ahora sus caminos se vuelven a cruzar después de que ambas terminaran su relación profesional a finales de marzo del año pasado tras el Premier Mandatory de Miami. 2018 fue un año bastante negro para la ex número uno de la WTA, pero ahora ha vuelto con fuerza y está rindiendo a un alto nivel en el primer Grand Slam del curso.

Muguruza ha recuperado la sonrisa en estos primeros partidos. Ha sabido sufrir cuando le ha tocado, pero a su vez ha logrado mantener la cabeza firme para cerrar partidos complicados como el de Konta. Ahora, tras tres buenos partidos, se enfrentará a una de sus rivales más temidas que es la pupila de una de las personas que mejor le conoce.

Aunque eso no asusta a la doble campeona de Grand Slam. «Conchita me conoce mucho, pero he jugado tantas veces contra Karolina que también la conozco muy bien… que la raqueta hable. Lo que importa es lo que hagamos en la pista», dijo tras su partido de tercera ronda frente a Timea Bacsinszky. Su descenso en el ranking en 2018 tiene consecuencias como estas. Se le presentan partidos de alto nivel ante la número ocho del ranking.

Prueba de fuego para Garbiñe

Pliskova es una rival dura, que le tiene tomada la medida a Garbiñe Muguruza. La última vez que se vieron fue en las finales de la WTA en Singapur 2017, con victoria para la checa por un doble 6-2. Unos meses antes se habían enfrentado en Cincinnati donde la española logró romper la racha de seis derrotas consecutivas frente a su rival.

Ahora, se vuelven a ver las caras poco más de un año después. Este partido es una prueba de fuego para una Muguruza que parece haber recuperado su mejor tenis en este inicio de 2019. Ganar a Pliskova podría ser un punto de inflexión para esta tenista que posee un gran potencial y, si es constante y mantiene la regularidad en su juego, podría volver a estar entre las mejores raquetas de la WTA.

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