El tenista ha sido padre por primera vez

¿Superará Rafa Nadal Jr. a su padre? Los datos hablan por sí solos

Rafael Nadal ha sido padre por primera vez y repasamos los ejemplos de hijos de grandes deportistas que triunfaron... o no

Rafa Nadal se ‘salta’ las reglas: la tradición que ha roto con su hijo

Nadal rompe su silencio y lanza el mensaje más esperado sobre el nacimiento de su hijo

Nadal hijo
Nadal celebra un punto en la Laver Cup. (Getty)

El deporte de élite cuenta con una limitada serie de elegidos que han marcado una época en sus respectivas disciplinas. Rafael Nadal es uno de ellos. Reconocido como uno de los mejores deportistas españoles de la historia, para la mayoría el mejor, el tenista español cuenta con innumerables triunfos a lo largo de su carrera, entre ellos 22 títulos de Grand Slam. A sus 36 años, Rafa acaba de ser padre por primera vez y pese a que su hijo apenas tiene días de vida, es el primer descendiente de la leyenda y por ende, invita a repasar otros casos de hijos dentro de los grandes mitos del deporte.

Una pregunta, vaga y, por supuesto, ilógica por muchos años, puede acabar rondando en el futuro las cabezas de muchos. ¿Superará Rafa Nadal Jr a su padre? O, mejor dicho, ¿podría llegar a alcanzar el hijo de Nadal los logros de su padre en caso de dedicarse al tenis? La respuesta más cabal, por infinidad de motivos, es que no, pero existen muchos hijos de deportistas que, cuanto menos, han intentado acercarse al legado de sus progenitores.

En el deporte español tenemos varios ejemplos y el más conocido y con mayor resultado se da en la actualidad. Carlos Sainz, campeón del mundo de rally en 1990 y 1992, fue posiblemente el gran pionero español en el mundo del motor a cuatro ruedas, sobre todo en cuanto a unos logros que podrían haber sido mayores de no estar emparentado con la mala suerte. Sainz tuvo varios hijos de su matrimonio y el niño, Carlos, comenzó pronto en el mundo del motor, mostrando cualidades innatas que, bien desarrolladas, le han llevado a competir por Ferrari en el campeonato del mundo de Fórmula 1, donde ya sabe lo que es ganar una carrera y subir varias veces al podio.

El ejemplo de los Sainz sería el idílico, pero hay otros dos que no llegaron a buen puerto, bien por la presión o bien porque, simplemente, el nivel de los padres era demasiado alto como para siquiera acercarse. Miguel Induráin vio como su hijo, con el mismo nombre, se iniciaba con el mundo del ciclismo con las altísimas expectativas provocadas por el talento del padre, campeón hasta en cinco ocasiones del Tour de Francia. Sin embargo, después de intentar el asalto al profesionalismo, el joven Miguel, actualmente con 26 años, se emplea en el campo amateur con buenos resultados, aunque muy lejos de rozar lo que logró su progenitor.

Similar es el caso de Javier Ballesteros, hijo del mítico y malogrado Severiano Ballesteros. Él sí que logró convertirse en golfista profesional, pero también muy lejos de los resultados del triple campeón del Open Británico. «No tengo el don de mi padre, pero todavía estoy a tiempo de destacar en el golf”, reconocía Javier, quien a sus 30 años también es abogado y parece encaminado a centrarse más en esa profesión que en el deporte que encumbró a Seve.

Padres e hijos en el tenis

Si nos vamos al tenis, los ejemplos de triunfo entre padre e hijo desvelan la altísima complicación de que el primogénito de Rafa Nadal pueda acabar rondando las primeras posiciones del ranking con asiduidad, algo de lo que el catorce veces campeón de Roland Garros ha hecho costumbre. El mejor ejemplo es el de uno de los tenistas emergentes del circuito, el norteamericano Sebastian Korda, que ya ha ganado un título y sueña con alcanzar el número 2 de la ATP, que logrará su padre Petr Korda a finales del siglo XX. Los Dent y los Krishnan son los otros ejemplos de padres e hijos que llegaron a ganar un torneo profesional.

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