ATLÉTICO DE MADRID VS BAYERN MÚNICH

¡Simeone perdió el móvil con la emoción del partido!

Simeone-Atlético
Simeone perdió el móvil.
Miguel Zorío

Simeone ganó la primera batalla en los banquillos a Guardiola. Ambos vivieron de manera muy intensa el partido. El Cholo es un entrenador que no para quieto ni un segundo, de esos que se sienta pocas veces en todo el partido. Siempre está dando instrucciones a su futbolistas, corrigiendo sobre la marcha todo aquello que no le gusta de su equipo. En esta ocasión no ha sido menos. Volvió a repetir el mismo patrón.

Comenzó el encuentro de pie, dentro de las rayas discontinuas que delimitan el área técnica. Con el paso de los minutos se iba acercando a la línea de banda. Durante la primera mitad se pasó más tiempo fuera de ese límite que dentro. Cuando el Bayern tenía la posesión en campo del Atlético, el Cholo se movía unos metros fuera del área técnica como si fuese a correr la banda. Cuando marcó Saúl, lo celebró internamente. Por fuera no dio muestras de alegría, giró la cabeza y puso rumbo al banquillo.

Estaba pensando en como organizar a los suyos tras el 1-0. Mientras Pep, parecía más tranquilo comparado con su homólogo del Atlético. Lo cierto es que el técnico del Bayern no paraba de dar instrucciones, haciendo aspavientos con los brazos para indicar los diferentes cambios. El tanto de Saúl le sentó como un tiro, respiró hondo, tragó saliva y reorganizó a su equipo.

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Guardiola sufrió en el Calderón. (AFP)

Guardiola, desesperado

En la segunda mitad, los pupilos de Guardiola apretaron y asediaron al Atlético en busca del gol del empate. La gran presión que ejercía el Bayern sobre los colchoneros desató la tensión de un Simeone muy nervioso. Tanto es así que al Cholo se le cayó el móvil que llevaba en el bolsillo izquierdo de su chaqueta. Los brincos que pegaba acabaron protagonizando la imagen de la noche en los banquillos.

A pesar de tener el control del encuentro, en los primeros minutos de la segunda mitad, a Pep se le vio con un rostro muy serio. Con el paso del tiempo se desesperaba cada vez más, se echaba las manos a las cara en forma de impotencia. No sabía que más hacer. La defensa planteada por Simeone le estaba provocando dolores de cabeza. Su rostro era el reflejo de sus jugadores. Intentó animar a Thiago tras sustituirle por Müller.

Cuando más lo necesitaba su equipo, Simeone pidió el apoyo del Calderón. Hacía aspavientos con las manos, como reclamando el último esfuerzo de su jugador número 12. Los últimos minutos se los pasó pidiendo a Clattemburg que pitara el final. Victoria para el Cholo. 1-0.

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