Leo Messi marcó el primer gol del Barcelona ante el Espanyol en clara posición de fuera de juego. El argentino recibió un pase perfecto de Rakitic que aprovechó recortando a un zaguero rival y batiendo a Pau López para poner en ventaja a los azulgranas. Hasta aquí todo lo normal. El problema es que esa acción tenía que haber quedado invalidada ya que el ’10’ estaba claramente adelantado a los defensas. Gil Manzano y su asistente no vieron nada. Casualidad.
Nueva ayuda al Barcelona en una Liga que cada vez tiene cosas más raras. Mientras el Madrid ve cómo le expulsan jugadores por todo y los errores arbitrales le han quitado cuatro de los nueves puntos que se han disputado hasta el momento, los catalanes son beneficiados una y otra vez.