Los siete pecados de Simeone que condenaron al Atlético
Diego Pablo Simeone fue el gran señalado de la eliminación del Atlético de Madrid en los cuartos de final de la Champions League frente al Leipzig de Jules Nagelsmann
Diego Pablo Simeone atraviesa su peor momento desde que asumió el mando del Atlético de Madrid. La eliminación en los cuartos de final de la Champions League frente al Leipzig le dejan muy tocado, sobre todo por la sensación generalizada de que podía ser el año en el que por fin viéramos al Atleti levantando la Orejona. El conjunto alemán fue muy superior de principio a fin, en parte por el planteamiento de un Cholo Simeone que no supo ni leer bien el encuentro ni luego reaccionar en su transcurso. Estos son los siete pecados del técnico argentino que condenaron al Atlético de Madrid.
Falta de ambición
Quizás es el gran reproche que se le hace a este Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone. Después de un verano de gran derroche económico, la sensación es que el técnico argentino sigue estancado en el discurso de antes. Y no sólo fuera del campo: en el encuentro, el Atlético se volvió a hacer pequeño frente a un Leipzig que le superó en todas las facetas del juego.
Superado por Nagelsmann
A los pocos minutos de rodar el balón en el Estadio José Alvalade, el guión del partido ya estaba claro. El Atlético de Madrid iba a encerrarse en su campo esperando errores del Leipzig, que era dueño y señor del esférico. La exhibición de Jules Nagelsmann, el entrenador más joven de la historia en llegar a unas semifinales de Champions League, desbordó a Simeone, que se vio muy superado en el planteamiento del encuentro. Y no sólo eso: no supo en ningún momento reaccionar y cambiar el rumbo de un partido que acabó convirtiéndose en una pesadilla.
Insistencia con Diego Costa
Diego Costa fue titular en el partido más importante de la temporada del Atlético de Madrid. Simeone volvió a confiar en el hispano-brasileño, que volvió a demostrar que está lejísimos de su mejor versión. En realidad, Costa no ha sido capaz de convencer nunca durante esta temporada a la afición colchonera, que asistió atónita a su inclusión en el once inicial. Como preveían casi todos, Simeone se equivocó y el delantero volvió a tener una noche para olvidar.
La inclusión de Hector Herrera
Diego Pablo Simeone optó por incluir a Hector Herrera en el once inicial para sustituir a un Thomas Partey tocado. A pesar de que tenía otras alternativas como situar a Koke en la medular junto a Saúl y apostar por un extremo más puro en la banda derecha, el técnico confió en el centrocampista mexicano, que tampoco ha hecho una gran temporada. Herrera se vio muy superado y fue otro de los señalados de la derrota del Atlético de Madrid.
Suplencia de Joao Felix
Pocos entendieron la suplencia de un Joao Felix que fue el único capaz de cambiar el rumbo del partido. Como quedó demostrado durante los minutos que estuvo en el terreno de juego, el portugués es el jugador diferencial del Atleti. Con mucha personalidad, asumió el papel de protagonista al ingresar en el campo, sabiendo que sólo él podía salvar a su equipo. Provocó un penalti que él mismo transformó, poniendo las tablas en el marcador, pero vio cómo en el 88′ se escapaban todas las esperanzas de ganar la Champions en su ciudad. Su suplencia, quizás el mayor error en el planteamiento del Cholo.
La apuesta por Trippier
Junto a Diego Costa y Hector Herrera, Kieran Trippier fue el gran señalado de la derrota del Atlético de Madrid frente al Leipzig. El lateral inglés tendrá pesadillas durante varias noches con Angeliño, que le puso en muchísimos aprietos. Simeone tenía que elegir entre él o Arias y optó por el inglés, que completó un partido horrible.
Falta de autocrítica
«Convencido de que hicimos todo lo posible. Los futbolistas se entregaron y nos tocó perder. Dimos el máximo y llegamos hasta cuartos. Hubiera sido más lindo avanzar pero pasa justamente el rival», dijo Simeone al término del encuentro. Unas palabras que quizás enfadaron a la afición del Atlético de Madrid, que esperaba más autocrítica después de un partido muy malo de su equipo. El último pecado de Simeone en una de sus noches más negras desde que es entrenador colchonero.