¿Y si el fichaje es Bale?

Zinedine Zidane sorprendió con el primer once inicial de la temporada del Real Madrid en partido oficial. La novedad no estaba en los fichajes, pues ninguno de ellos, por un motivo u otro, eran de la partida en la alineación. La nota cambiante la ponía Gareth Bale, titular en el extremo derecho del 4-3-3 de Zizou semanas después del «si se va mañana, mejor» del técnico galo. El expreso de Cardiff ha dado la vuelta a la situación y su rendimiento fue notable en la victoria de oficio de un necesitado Madrid.

Bale llegó, vio, y determinó el partido en apenas doce minutos de juego. En una jugada aparentemente aislada, el galés demostró su determinación con dos recortes y una asistencia magistral para que Karim Benzema empujara a la red el 0-1 del Real Madrid. No se le había visto hasta ese momento, pero Gareth, a la primera, justificaba su presencia en el once inicial de Zidane.

La presencia de Bale en el partido pesaba y lo hacía a favor del Real Madrid. Comprometido en defensa para ayudar a un superado Odriozola en su banda, Bale también demostró su exuberancia física a la hora de salir a la contra. Primero fue con una carrera en la que retrató a Olaza merced a una potencia imposible de igualar por el argentino, y minutos más tarde, haciendo gala de una capacidad meritoria de marcar los tiempos a alta velocidad, tuvo el 0-2 en sus botas con un disparo cruzado que Rubén evitó que acabara en la red con una gran estirada.

En la segunda mitad, tiempo de sufrimiento para el Real Madrid, Bale volvió a mostrarse activo en defensa y mucho menos en ataque, y tras la entrada de Lucas por Vinicius, pasó a formar parte de la banda izquierda del equipo blanco. Fueron unos escasos minutos, ya que en el minuto 74, Zidane ponía punto y final a una actuación meritoria de Gareth Bale para dar cabida a Isco en el encuentro.