Supercopa de Europa:

El Sevilla da la cara y cae en los penaltis ante un City supercampeón

El Sevilla da la cara y cae en los penaltis ante un City supercampeón
Luis Cobos
  • Luis Cobos
  • Jerezano con sangre madrileña. Redactor de deportes. Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Amor eterno por la pelota.

El Manchester City ganó su primera Supercopa de Europa tras ganar la final en la tanda de penaltis (5-4) después de empatar a uno en los 90 minutos reglamentarios. En-Nesyri marcó el primero antes del descanso, los de Mendilibar perdonaron el segundo y Palmer empató en el segundo tiempo. En los penaltis, Gudelj mandó al travesaño el último.

Dicen que nunca se rinde, dice una de las estrofas del himno del Sevilla. Si hay un equipo español, sin contar al Real Madrid, que se transforma en Europa y que tiene una grandeza especial, ese es el Sevilla. Un equipo que siempre compite en los grandes partidos, sea cual sea su circunstancia. Y lo hace con un hambre voraz.

Mendilibar cogió a un Sevilla a la deriva la temporada pasada y lo transformó a su manera. Humildad y trabajo desde el barro. Y consiguió un equipo que competía como pocos y que salió campeón de la Europa League por séptima vez en su historia.

Ese título dio la oportunidad al Sevilla de luchar por la segunda Supercopa de Europa de su historia. Para ello, Mendilibar apostó por Bono en portería, Navas en su lateral, Joan Jordán como jefe de operaciones junto a Rakitic, y En-Nesyri en punta para los goles.

Un Sevilla más atrevido

Guardiola revolucionó su once ante las lesiones de Ruben Dias, De Bruyne o Bernardo Silva. El técnico español apostó por Palmer en banda y Gvardiol en el centro de la defensa. De esta manera, el Sevilla empezó mucho más metido en el partido, apretando arriba y poniendo en complicaciones a un City que se obligaba a sacar la pelota jugada desde atrás.

La primera ocasión clara de la final fue para el City. Tras un centro al área, Aké remató de cabeza con todo y Bono hizo un paradón tremendo. El portero marroquí parece que puede ser una de las próximas salidas en el Sevilla, pero su compromiso con el cuadro hispalense con un título en juego era total.

En-Nesyri hizo el primero

El Manchester City dominaba la pelota y el duelo se jugaba en campo andaluz. Pero los de Mendilibar no se asustaban, y cada vez que cogían la pelota buscaban estirarse para hacer, al menos, cosquillas arriba. Y vaya si las hicieron en el minuto 25 de partido.

Tras un centro lateral de Acuña, en una jugada que comenzó Bono y con muy pocos toques se plantaron en área rival con un juego muy vertical, En-Nesyri se elevó para presenciar la bonita noche de Atenas y anotó un golazo descomunal de cabeza. Su salto impecable dejó en nada a Gvardiol y Aké, que lo miraban derrotados desde abajo. El Sevilla ponía la primera piedra en busca de derrotar a la bestia.

Cinco minutos después del 0-1, Lamela pudo hacer el segundo tras un gran pase interior de Oliver Torres a la media vuelta. Pero el disparo del argentino, con el interior, se fue desviado. Instantes después se la jugó Badé con un agarrón a Haaland cuando el noruego se iba hacia el área, que le costó la primera cartulina amarilla del partido

El Manchester City se fue al descanso con el marcador en contra, pero acorralando al Sevilla en su área con el típico juego de posesión de Guardiola de un lado a otro. Pero los de Mendilibar aguantaron bien en bloque bajo y defendieron todos los espacios a las mil maravillas. Joan Jordán estaba haciendo todo lo que Mendilibar quería desde el banquillo. El Sevilla aguantaba atrás, pero no sufría demasiado.

En-Nesyri perdonó el segundo

La segunda parte comenzó con el mismo guion. El Manchester City estaba volcado contra el área del Sevilla, y el cuadro hispalense aguantaba bien armado en defensa, pero sin renunciar a nada en ataque. A nada. Los de Mendilibar lo tenía claro. Aguantar atrás y salir como motos a la contra.

Eso hizo Ocampos en el minuto 49 de partido. Se fue de Walker a la altura del centro del campo y montó un contragolpe peligrosísimo. Tras una larga carrera, el argentino le puso la pelota en bandeja en el área a En-Nesyri. El delantero marroquí, en el mano a mano, y de primeras, perdonó el segundo con un remate centrado que despejó Ederson.

Un Sevilla muy cómodo

Tres minutos después, con un City roto en el medio, En-Nesyri volvió a tener una nueva ocasión tras una carrera contra Aké donde su disparo se fue al lateral de la red. En el minuto siguiente, Joan Jordan volvió a probar al portero brasileño con un disparo de falta directa.

El Sevilla estaba muy cómodo. Estaba defendiendo muy bien, cerrando todos los espacios, y a la contra estaba creando más peligro que en la primera mitad. Ocampos volvió a probar en el 57 un disparo con rosca y dos minutos después el cuadro hispalense volvió a rozar el segundo con un pase de Navas a En-Nesyri, que lo dejaba solo otra vez, pero que la defensa del City despejó in extremis. El cuadro inglés estaba en el medio. Cada salida del Sevilla era peligro.

Palmer empató la final

Cuando mejor estaba el Sevilla, el Manchester City logró empatar el partido. La segunda parte de los de Mendilibar estaba siendo perfecta. Pero habían perdonado el segundo. Y eso en grandes partidos como una final de Supercopa de Europa siempre se paga. Palmer logró el 1-1 con un cabezazo al segundo palo después de un centro perfecto de Rodri.

Un minuto después, En-Nesyri volvió a desperdiciar otra ocasión. Los mejores minutos del Sevilla habían terminado con gol rival, y esa sensación era un golpe tremendo para los andaluces en un momento decisivo del partido. Palmer probó desde la frontal a Bono en el 68. Los ingleses buscaban el segundo.

Sufrimiento en el Sevilla

Mendilibar hizo su primer en el minuto 74. También fue el primer cambio de todo el partido. El jovencísimo Juanlu Sánchez entraba en lugar de Oliver para jugar con doble lateral en banda derecha. El City, mientras, continuaba encerrando al Sevilla en el tramo final de partido. El cuadro hispalense estaba empezando a sufrir de verdad.

El Sevilla lo estaba pasando muy mal en el tramo final. En el 79 la tuvo el City. La pelota se paseó por el área pequeña tras una gran parada de Bono. El partido entraba en un tramo de locura. Jesús Navas se lesionó, y en su lugar entró Montiel. Antes, dos centros peligrosos de los hispalenses volvieron a hacer cosquillas a los ingleses. Sobreviviendo en el alambre.

Guardiola hizo su primer cambio en el 85. Julián Álvarez entraba al campo por el goleador Palmer. El Sevilla sobrevivía como podía, con un City volcado metiendo centros y despejando todo lo que llegaba. En el minuto 90 salvó Bono un remate de Aké. Un minuto después buscó Walker un remate que se fue alto.

A los penaltis

Mendilibar hizo un doble cambio en el 92 pensando en los penaltis, ya que no había prórroga. Suso y Rafa Mir entraban al partido por En-Nesyri y Lamela. Y así fue. Resistiendo a las mil maravillas y dejando a Haaland en nada, el Sevilla llegaba vivo a la tanda de penaltis.

La tanda empezó con gol de Haaland, engañando perfectamente a Bono. Hizo mal partido ante un gran Sevilla, pero no falló desde los once metros. El segundo también lo marcó Ocampos, tirándolo de manera perfecta. Julián Álvarez tampoco falló. A la escuadra para poner al City por delante. Y de la misma manera lo tiró Rafa Mir. Al mismo sitio. Impecables. 2-2.

Kovacic fue el tercero en tirar para el City y tampoco falló. Abajo, a su izquierda y engañando a Bono. Le tocaba a Rakitic y también lo metió. Ederson adivinó, pero iba muy potente. 3-3 y nadie quería fallar.

Grealish tampoco falló. Lo tiró por el medio y para dentro. Tampoco Montiel falló. Engañó a Ederson y para dentro. 4-4 en una tanda impecable. El quinto del City fue Walker y Bono la tocó, pero no pudo pararla. Estuvo muy cerca el marroquí. 5-4. Gudelj fue el quinto y lo mandó al travesaño. Lo falló e hizo al City supercampeón. El Sevilla dio la cara ante la bestia.

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