Rafa Nadal regresa en el Trofeo Conde de Godó

El retorno del rey Nadal a la tierra… 682 días después

Rafa Nadal vuelve a disputar un partido sobre tierra batida casi dos años después, en el Trofeo Conde de Godó

Rafa Nadal
Rafa Nadal, en un partido en tierra batida. (Getty)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

El 5 de junio de 2022 queda ya lejano en la memoria de los aficionados del deporte, pero fue el último día en que se pudo ver a Rafa Nadal, para muchos, el mejor tenista de todos los tiempos, competir en la superficie en la que forjó su leyenda. Aquella jornada, Nadal levantó al cielo su decimocuarto título de campeón en Roland Garros, con 36 años recién cumplidos, y seguro que no imaginaba que tardaría 682 días en volver a disputar en encuentro sobre tierra batida. El calvario de lesiones y dudas que le han llevado a convivir con la retirada parece superado y el último baile de Nadal en tierra comienza este martes, en el Trofeo Conde de Godó.

«Me lo tomo como mi último año», confesó Nadal, en una esperada rueda de prensa, en la que el lunes confirmó un secreto a voces. Todo, en su físico y en sus sensaciones, había mejorado desde que tuviera que renunciar al Masters 1000 de Montecarlo y, por tanto, iba a disputar el Godó. «Mañana voy a estar en la pista», confirmaba el 12 veces campeón en el RCT Barcelona, sobre la pista que ahora lleva su nombre.

Lo que podamos esperar de Rafa Nadal y su rendimiento tenístico se comprobará en unas horas, cuando efectúe sus primeros intercambios con el rival que le ha tocado en el cuadro final del Godó, un Flavio Cobolli que será un duro contrincante, joven, especialista en tierra y con la posibilidad de ejercer de villano en el regreso del legendario Nadal. Sin embargo, lo más importante será poder comprobar que Rafael está realmente sano, listo para competir, y que su rodaje puede completarse, avance o no rondas en el ATP 500 de Barcelona, en próximas citas como Madrid o Roma, pensando en el objetivo central de Roland Garros.

No hay ninguna duda de que Nadal pondrá toda la carne en el asador para intentar ganar y así tener un nuevo desafío el miércoles, donde le espera un top-10 como Alex de Miñaur. El tenista balear ya ha confesado que este año se lo toma como el último, sin confirmar retirada o continuidad, pero también asegura que mantiene la emoción de sentirse profesional intacta, algo que le debe ayudar a sacar su versión más competitiva. «Estar aquí es una ilusión y una alegría. Los días buenos me compensan. Disfruto de entrenar, mantengo la ilusión».

Los entrenamientos ‘resucitan’ a Rafa Nadal

Unas molestias en el abdominal, zona muy castigada en el físico de Nadal a lo largo de los años, hicieron al jugador español bajarse a última hora del Masters 1000 de Montecarlo. Pese a ello, una semana después, decidiría junto a su equipo viajar a Barcelona, con antelación, para realizar la prueba definitiva, con entrenamientos de alto nivel, con profesionales contrastados, que le hicieran decidir si podía estar en condiciones para jugar el Trofeo Conde de Godó.

«He decidido venir aquí en el último momento, pero la semana ha sido positiva», comentaba Nadal en su rueda de prensa del lunes. Rublev, Báez, Dellien o Musetti han sido algunos de sus contrincantes en estos días, donde las horas de entrenamiento no han hecho si no confirmar a Rafa que su físico está listo para competir. Con la duda del saque, que en tierra batida no pondera tanto, sus golpes y sus resultados –ganó 6-1 su set de entrenamiento a Rublev– dejan entrever que está preparado para la batalla. Ahora, sólo queda disfrutar.

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