Las razones de la decepción de Messi
Leo Messi ya ha transmitido que se ve más fuera que dentro a Koeman y es que no son pocos los motivos y razones que han decepcionado al argentino
Sin proyecto, sin fe en Koeman ni confianza en Bartomeu, y con decisiones inapropiadas con la plantilla
Leo Messi se ve más fuera que dentro del Barcelona en estos momentos. No son pocos los motivos que han llevado a transmitir este sentir al argentino en su reunión del pasado jueves con Ronald Koeman, su nuevo técnico, el noveno en su etapa en el primer equipo. El 8-2 ante el Bayern solo fue un golpe de realidad, un contundente nocaut que espolvoreó toda la suciedad que, durante meses, se fue echando bajo la alfombra.
Messi ha demostrado de un tiempo a esta parte ser un jugador claro, de una única lectura cada vez que habla. Es parco en palabras, pero suelen ser suficientes para transmitir de una lo que piensa. Uno de los principales motivos por los que el argentino de 33 años le manifestó dudas a Koeman fue por la ausencia de un proyecto. El Barça de hoy, de Josep Maria Bartomeu, carece de un plan, de una hoja de ruta que marque el camino a corto, medio y largo plazo. Así ha sido prácticamente desde que llegara a la presidencia en julio de 2015. Poco ha cambiado. La torre que construyeron demostró ser de naipes.
Sin proyecto, sin algo que suscite ilusión o ganas por seguir en el club que le dio todo, Messi se encuentra con otro técnico, el tercero en ocho meses. Al 10 no le convence Koeman ni su estilo. El currículo del holandés es notorio, Ajax, Benfica, PSV, Valencia, Feyenoord, Southampton, Everton, la selección holandesa… pero los logros fuera de la Eredivisie son escasos (una Copa del Rey con el Valencia y una Supercopa con el Benfica). Al argentino no le encaja Koeman, como tampoco le encajaba Setién, y dos piedras en el camino consecutivas te hacen tropezar.
No confía en Bartomeu
Pese a que las elecciones serán el próximo mes de marzo, el argentino no confía en el actual presidente del club. Ha perdido la fe en el presidente, que en su mandato ya acumula un buen número de escándalo que salpican directamente a la relación de éste con la plantilla. El Barçagate sigue coleando y, lejos de aplacar todo el runrún pasado, las nuevas decisiones que se están tomando de cara al supuesto nuevo proyecto solo hacen preocupar más a Messi.
La última, en un acto de revolución por parte de Bartomeu, salpicó a media plantilla culé y en concreto a dos buenos amigos del argentino, a los que considera que se ha tratado mal por parte de la directiva. Entre los 11 jugadores que Bartomeu no señaló como intransferibles están Jordi Alba y Luis Suárez (así como Piqué y Busquets), dos jugadores que han dado muchísimo al Barça en los últimos años. A Messi no le parecen formas de colocar el cartel de Se vende a dos insignias del club. Al argentino le sobran motivos.