Radiografía del ‘nuevo Nadal’: los cambios del rey para convertirse en maestro

Rafael Nadal se encuentra ante su gran oportunidad para convertirse en maestro. El español es el tenista más regular del circuito desde hace 15 años, con unos números espectaculares que le han brindado la oportunidad de jugar el Masters de forma consecutiva cada año, aunque las lesiones le han frenado en más de una ocasión. Ahora, Rafa llega sano y con renovado un estilo de juego que muestra modificaciones clave a la hora de pelear con tenistas con mayor pegada en una pista rápida y con la complicación extra de ser indoor.

El 02 Arena de Londres no es un pabellón que se adecúe al tenis de Nadal, al menos en su versión clásica. El manacorense no es demasiado amigo de las pistas indoor, y menos si estas son rápidas como el tapete de la Copa Masters. Sin embargo, lo completo del juego de Rafa en una mejora constante a lo largo de los años ha derivado en la posibilidad de hacer cambios que permitan una adaptación máxima a superficies que, a priori, le otorgan una desventaja notable con sus rivales.

Un saque trabajado para mandar

Frente a Andrey Rublev se pudo ver una versión novedosa de Nadal, con dos puntos principales a destacar. El primero, el servicio, prueba un trabajo habitual en estas instancias de temporada, donde este arma adquiere si cabe más protagonismo. Rafa ya demostró con cuentagotas en Paris-Bercy una mejoría con un saque, y ante Rublev, se desmarcó sin conceder una sola opción de break y con un porcentaje de primeros servicios que imposibilitó cualquier resultado que no fuera una victoria del número dos del cuadro.

Al Resto… y al ataque

Además del saque, Nadal también destacó por su resto, y más que en su efectividad, que también aumentó, lo hizo desde la posición. Rafa es, con total seguridad, uno de los tenistas de élite que más atrás se coloca para restar los servicios rivales pero en una postura diametralmente opuesta a la que habitúa, se posicionó pisando la línea de fondo en los segundos y en varios primeros de Rublev, para cortar el ritmo y no dar opción al dominio de un tenista que, pese a sus cinco títulos en 2020, se mostró inerte y aturdido ante el despliegue táctico de Rafa.

Menos tiempo en pista, mejores piernas

La duración del choque ante Rublev, de escasa hora y cuarto de juego, también da pistas a lo que puede buscar Nadal en su físico. Rafa acostumbra a dominar los partidos a un ritmo alto y en Londres, con tanto de partido de nivel y seguido, mantener la chispa es clave para llegar a tope a unas hipotéticas semifinales y final en las que deberá contar con todo su arsenal para optar al que sería su primer título de maestro.

Ante Dominic Thiem, otro jugador con ansias de dominio en el intercambio y que, además, imprime un efecto endiablado a la pelota, Nadal dará una segunda muestra de su juego en esta Copa de Maestros. Nuevas marcas de una posición agresiva en saque y resto dejarán constancia de confirmación en estas novedades o impondrán de nuevo las dudas sobre el repertorio de Rafa en busca del trofeo de campeón en Londres.