Se suma a la falta de gol

Problema ‘colateral’: todos los goles encajados han llegado desde las bandas

Problema ‘colateral’: todos los goles encajados han llegado desde las bandas
Luis Suárez, rematando en el tanto del empate frente al Atlético de Madrid

El Atlético de Madrid ha encajado siete tantos en lo que llevamos de temporada entre Liga y Champions. Siete goles que han llegado desde centros laterales, dejando en evidencia una carencia del juego rojiblanco que desde la llegada del Cholo Simeone era más una fortaleza. Esto,  sumado a la falta de gol de los delanteros colchoneros deja claro que es un problema co-lateral.

El último, frente al Barcelona. Luis Suárez aprovechó un despiste de la zaga rojiblanca y el centro medido de Sergi Roberto para igualar un encuentro que apuntaba a una sufrida victoria del Atlético de Madrid. Un gol que dejaba claro una fisura en uno de los equipos que mejor ha defendido cualquier tipo de jugada en los últimos años.

Stuani, por partida doble, fue quien descubrió esta fisura en la zaga rojiblanca en la primera jornada. Dos jugadas que comenzaron en la banda y acabaron en el corazón del área donde el uruguayo del Girona no perdona. Goles que le costaron caro al Atlético de Madrid, que se dejó los dos primeros puntos de la temporada.

Atento a ese partido estuvo Jonathan Calleri, de la Unión Deportiva Las Palmas. En la jornada siguiente, el ariete argentino recortó diferencias con otro soberbio cabezazo que llegaba desde un centro lateral. No le sirvió para nada, pero sí para dejar patente que el Atlético estaba flojeando en ambos flancos.

Se aproximaba el final del encuentro ante el Athletic, y un viejo conocido de la parroquia colchonera volvía a sacar a la luz la ya mencionada carencia. Con el 0-2 en el luminoso, Raúl García remataba un centro desde la izquierda – banda derecha colchonera – para hacer el gol de la honra.

La primera derrota en el Metropolitano llegó a manos del Chelsea. Primero Morata y después Batshuayi mataron a un Atlético que daba por bueno el empate. Y cómo no, los goles blues llegaron después de balones colgados desde alguno de los costados.

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