Otro invierno frío para Márquez

Marc Márquez se enfrenta a un nuevo invierno de rehabilitación por cuarto año consecutivo. El ilerdense lleva desde 2018 sin pasar un invierno tranquilo por culpa de las lesiones. El hombro le está trayendo por el camino de la amargura, en 2018 corrió toda la temporada lesionado del hombro izquierdo y al terminar la misma decidió operarse. Aunque eso no le impidió ganar el título.

Estas navidades volverá a pasarlas recuperándose de una nueva lesión, en esta ocasión por un episodio de diplopía. Este problema de visión doble ya le tuvo unos cinco meses de baja en 2011, y por ahora le ha hecho perderse la última carrera del año en Valencia donde Valentino Rossi puso punto y final a su carrera en el Mundial de MotoGP. Esta nueva lesión llegó justo cuando se encontraba en el final de su recuperación del hombro.

Cuando parecía que por fin volvía a recuperar su nivel se ha encontrado con otra piedra en su camino que le obliga a parar otro invierno más. «Marc de ánimo va a ratos. Es normal, son dos piedras grandes en el camino que se ha encontrado. Primero el brazo y, cuando ya estás recuperándote, esto… Es una lesión complicada, pero estaremos ahí apoyándole otro invierno, y que se recupere», decía Álex Márquez durante el GP de la Comunidad Valenciana.

En Malasia empezó todo

En los últimos cuatro años no ha ganado para disgustos. Marc ha ganado ocho títulos mundiales pero también ha sufrido grandes caídas por el camino. Todo comenzó en Sepang. Tras operarse a finales de 2018, en 2019 se fastidió el otro hombro, el derecho, durante la Q2 de la penúltima carrera disputada en Malasia. Esta vez decidió seguir corriendo y no pasar por quirófano, hasta que una caída en los test de Jerez días después de acabar el año le hizo cambiar de opinión y se operó al día siguiente.

Una nueva operación le obligaba a parar en invierno por segundo año consecutivo, que le haría llegar muy justo a los test de Sepang en febrero. Tras hacer la pretemporada con normalidad llegaba la primera carrera del 2020 en Jerez, donde después de una gran remontada se iba al suelo en la curva 3 a tres vueltas para el final. Dicha caída acabaría suponiendo la lesión más grave de su carrera deportiva.

Desde ese instante vivió un auténtico calvario, pasando hasta en tres ocasiones por el quirófano, una por la lesión, otra a los 13 días por una segunda fractura por estrés y una tercera y definitiva debido a una pseudoartrosis causada por la lenta recuperación. No volvió a competir en todo el 2020 y regresó en Portugal el 18 de abril de 2021. Le costó coger sensaciones y justo cuando ya estaba casi al cien por cien aparece otra piedra en el camino, que le tendrá apartado de los circuitos otro invierno más, aunque sólo piensa en volver para ganar el Mundial en 2022.